Todas esas luces fijas en ti
Tu confianza me debilita
El tiempo que te miro no es suficiente
Escucho a las personas cantar tu nombre
Y observó, como te adoran sin conocerte
Las hojas de nuestra historia guardan polvo alrededor de nuestros recuerdo...
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— No creo en los finales felices. La mierda de cuentos de hadas y el felices por siempre.
— ¿Estamos abordando este tema de nuevo? —digo con un suspiro, porque Eric y su antipatía por las relaciones, aparece cada que alguno de sus amigos con beneficios, lo abandona y entonces decide despotricar su odio sobre las relaciones a las que claramente es alérgico.
— He desperdiciado dos malditos meses de mi tiempo. —dice y se desparrama sobre el sofá de tela gris, por un momento creo que va a tirar su cerveza sobre los cojines oscuros, pero justo a tiempo alza el brazo para dejar fuera su botella, antes de darle un largo trago para beber más de la mitad de esta. Para ser un atleta de alto rendimiento, seguro que bebe como marinero.
— ¿Sabes? Pagaría por ver cómo diablos haces para sabotear todas tus relaciones. —digo, sentándome en una de las sillas oscuras junto al sofá.
Es jueves por la tarde, y Eric me ha llamado para pasar el rato en mi departamento. Acepte porque es mi mejor amigo y desde que mi gira termino, por fin tengo tiempo para reunirme con él. Nuestros trabajos nos mantienen constantemente ocupados, él con su loca carrera en la NHL y yo con mi música. Ambos estamos lo suficientemente ocupados como para no vernos en largos periodos de tiempo. Cuando él se mudó a Canadá hace seis años, fue una locura mantener nuestra amistad, cuando yo tenía que estar en el estudio o de gira y él a miles de kilómetros lejos. Gracias a los cielos, ese infierno ha terminado y ya que fue trasladado de equipo hace dos años, ayuda el hecho de que ahora vivimos en la misma ciudad, y que finalmente mi gira termino, así que ahora tengo tiempo para ponerme al día con él.
Con nuestras carreras; hemos pasado muchos periodos de tiempo distanciados, pero nunca hemos dejado que nuestra amistad se descuide. Somos la mayor constante en la vida del otro y él es el único amigo real que tengo dentro de este mundo del espectáculo. Quiero decir, he conocido personas increíbles en este medio y quizás podría llamar a algunos de ellos amigos, pero la verdad es que ninguno de ellos me conoce como Eric lo hace.
Nosotros hemos sido amigos desde que su padre compro la propiedad junto a la casa de mis padres. Los únicos niños en kilómetros a la redonda. Tuvimos demasiada diversión junto a la compañía del otro, y fuimos amigos durante toda nuestra infancia y adolescencia. Lo acompañe a cada entrenamiento de hockey, porque era algo que él amaba con locura y normalmente yo era arrastrado por el huracán Eric, la mayoría del tiempo. Y a pesar de sus constantes intentos porque me uniera al equipo junto a él, jamás cedi a ello. Soy torpe con patines sobre el hielo, no poseo la gracia que él tiene para deslizarse sobre la gruesa capa de hielo. Verlo patinar era un espectáculo para todos, porque nadie en su equipo poseía la gracia y la rapidez que él tenía a una edad tan temprana. Todavía lo tiene, es por eso que es uno de los mejores delanteros de la liga.
