La aparición de un dictador

115 12 9
                                    


Mis ojos pesan... Duele... Carajo.
Está frío e incómodo, además de que, ¿ruido? Escucho un ruido agudo, personas discutiendo tal vez, pero... Todo está oscuro, tengo que abrir los ojos...
El movimiento se acerca, mientras discuten, no lo entiendo, se supone que es mi habitación ¿por qué andan molestando tanto?...
Estoy... estoy.
Espera.
Yo no estoy en mi habitación.

—¡Mierda, cierto!—; me levanté de golpe, abriendo mis ojos y sintiendo mi cuerpo tensarse.—Qué cojones hiciste... Kokichi Ouma
.
.
.
Mi mejilla estaba roja, ya me había golpeado tres veces sin conseguir resultado alguno, al parecer mi maravillosa idea dio efecto, a lo cual me maldecía.
—Por qué tuve que ser tan idiota, dejaste que la curiosidad te llevara a donde quisiera.—pateaba al suelo. —Y ahora estás como un patético en otro mundo sin saber qué h-a-c-e-r. ¡Inútil!

«Muy bien, cálmate» respiro hondo en el proceso, acomodando mis pensamientos y recomponiéndome.

Salgo del callejón sin ganas, notando que ya es tarde por la luna asomándose, pero no sé la hora exacta. Ñee igual tengo hambre.

Para mayor festejo, un local de comida rápida está abierta al frente, no es de lo mejor, pero al menos me darán de comer, reviso mis pantalones y al menos me quedan 20 dólares, suficiente para algo.
Me acerco al lugar y entro con confianza, había pocas personas y estas me miraban con extrañeza, yo solo pude sonreír.

Me acerco a la cajera y pido lo que quiero mientras le coqueteo, ella se siente halagada e incluso me da su número, un poco estúpida porque le robé el doble de lo que le di.
Procedo a sentarme y comer, sintiéndome satisfecho por mi noche, cuando acabo salgo del lugar para estar por las calles, ahora bien, me concentro en poder atar cabos sueltos en mi cabeza.
Si estoy en un mundo paralelo algunas cosas serán iguales y otras no, ¿cierto? Tal vez sigo en la terrible academia Hosu, que tanto odio, pero supongo que es mi única salida para esta noche, creo.

Me giro sobre los talones mientras pienso en qué lugar estoy, era un callejón bastante alejado de lugares a los que visito... espera.

—Oh vaya, creo que ya sé dónde estoy y qué haré... Bueno, creo que tendré que tener cuidado nishisi~

[Mientras en la "otra dimensión"]

[🔎🔄🔍]

Luego de culminar mi trabajo con Kirigiri fui a la casa que compartía, no hice tanto ruido como otras noches pero realmente estaba agotado de todo lo que había sucedido en la tarde.
También estaba pensando en lo que había sucedido más temprano, en lo idiota que me comporté al dejar que mis sentimientos se apoderaran de mí; no digo que sea malo el demostrar las emociones o preocupaciones, solo que a veces puedo sobreexagerar una situación por mi estrés acumulado, como creo que fue en la tarde.

Me dirigí a paso lento al cuarto de Ouma, con esperanza de que pudiéramos hablar, pero me encontré la sorpresa de que estaba abierto, algunas cosas estaban regadas y Kokichi estaba tumbado en el suelo dormido.
—Je, ¿así que te dormiste de inmediato?—; al principio creí que tal vez debería despertarlo para cenar, pero si él tiene hambre sé que se levantará.

Lo levanto con cuidado para ponerlo en la cama, notando algo raro y es que, su uniforme esta vez es negro totalmente... Pero él siempre lleva blanco... «Tal vez solo quiso probar algo nuevo, diferente» pensé mientras lo ponía sobre la cama y le colocaba una cobija encima. —Buenas noches, Ouma, te amo. –susurré cerca mientras le plantaba un beso en la frente, él solo dormía como un bebé.

Me retiré de la habitación y me dirigí a la mía, ordenando las tareas en mi mente sobre qué haría mañana.
Tenía mucho que hacer.
-
Me recosté en mi cama mientras sentía el peso de mi cuerpo, inmediatamente todo se volvió borroso y oscuro.

[🔄💙🔎]

...La mañana había transcurrido de manera lenta, desesperada; una ola de estrés se cruzaba por mi mente mientras me sentaba en la cafetería a la hora del almuerzo.

No podía dejar de pensar en ayer y cómo Ouma no había vuelto. ¿Hice algo mal? ¿Le pasó algo? Pensaba, con miedo de lo que podría ocurrir, con las chicas hablando más que yo y los chicos preguntando por Kokichi, no favoreciendo mi situación.

—¿No ha vuelto Ouma? -me preguntó Rantaro, estudiando mi expresión y llamando repentinamente la atención de los demás.

—No... -le respondí, evadiendo su mirada.

Comentarios como: "Espera. ¿Ouma? ¿Qué le pasó?" "¿A dónde habrá ido?" "¿Y si le pasó algo malo?" "Oh no, Ouma..." solo hacían que me estresara más. No puedo meter un reporte hasta que esté más de 24 horas desaparecido, pero mis miedos se acumulaban y me consumían.

—Hey, cálmate Shuichi -intervino Rantaro en mis pensamientos-. Él estará bien... En serio.

—Yo... -traté de explicar, mientras golpeaba con las yemas de mis dedos la mesa-. Estaré bien.

—Mientes. -interrumpió-. Como sea que te sientas puedes hablarlo, Shuichi, lo sabes.

—Lo sé... Gracias, Amami-kun -respondí.

Un estruendo en la puerta se produjo en el momento justo, llamando la atención de todos, y la silueta que entró me dejó atónito.

Kokichi, quien había estado desaparecido por casi 24 horas, se encontraba ahí.

—¡Hola~! ¡Lamento llegar tarde nishishi~! Es que me perdí un poco, ya saben. -exclamó el chico en voz alta mientras todos lo miraban, pero tenía una expresión diferente, una confianza que atraía la atención y una sonrisa juguetona dibujada en su rostro.

—Qué mierda tan genial está haciendo Ouma. -comentó Kaede con sorpresa y una sonrisa, extrañamente proveniente de ella.

—¿Kokichi?... -vaciló Maki con los ojos abiertos, al igual que todos. No podíamos creer lo que estaba pasando.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Este capítulo en sí es puro relleno, ya que no aporta nada a la trama en general; pero definitivamente disfruté haciéndolo. Creo que es... ¿la segunda vez? Que comento algo sobre algún tipo de capítulo o comento públicamente algo, etc.

Quería agradecerles a las personas que aún siguen leyendo la historia o aquellos que la han puesto en sus bibliotecas. Puede que me tarde, pero les aseguro que definitivamente finalizaré esta historia.

Gracias por leer.🐛

 ༻Dimensiones entrelazadas༺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora