Rencores -Parte 1-

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Nota: Se hace mención de Taiju x Mitsuya

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Todo había cambiado aquel día. Era el cumpleaños de Mitsuya y Hakkai, como el tonto enamorado que era, quería ser el primero en decírselo; sabía que esa noche se quedaría solo, pues Mana y Luna irían a su primera pijamada en casa de una amiga, así que lo planeó todo: Cocinó un pastel con ayuda de Souya, compró una cinta métrica y la metió en una hermosa cajita color negro y, a eso de las 11, llamó un taxi para ir donde su amigo... Llegó ansioso, con una gran sonrisa y todas las ganas de declarársele esa noche, pero no pudo hacer nada al ver, a través de la ventana, como aquel chico, al que tanto amaba, estaba teniendo sexo en la sala con Taiju, su hermano mayor. Dejó caer el pastel y retrocedió sin hacer ningún ruido, no quería ser descubierto y una vez lejos de esa casa, corrió a todo lo que pudo hasta el río más cercano, sacó la cajita negra de su bolsillo y la tiró con rabia al agua, sintiendo como el shock inicial se volvía dolor puro y como su vista se nublaba por las cuantiosas lágrimas que empezaba a derramar...

El infernal sonido de su alarma le despertó de semejante sueño, sintiéndose asqueado por recordar algo tan estúpido precisamente ese día; miró a su lado y vio a un tipo que nunca antes había visto, lo zarandeó con suavidad y este abrió los ojos

- Buenos días – le sonrió – Oye, debo prepararme para salir. Podrías irte pronto?

- mmm claro... Ah... puedo bañarme al menos?

- Sí, no hay problema – se encogió de hombros

Se puso una bata, fue a la cocina y mientras el extraño se daba una ducha, él se preparó un café. El hombre salió del cuarto de baño, se secó con la toalla y se vistió sin armar ningún circo, definitivamente, el tipo más tranquilo con el que Hakkai haya tenido sexo casual, cosa que agradeció mentalmente, pues solía elegir a puros imbéciles

- Ya me voy – avisó con una sonrisa – Lo de anoche fue increíble, me gustaría repetirlo – dijo con bastante confianza

- Lo siento, nene, en unas horas viajo a Tokio y no sé cuando vuelva

- Argh, que putada – suspiró – Bueno, entonces será un lindo recuerdo – se acercó y le besó la mejilla – Buen viaje – y se fue sin hacer escándalo

- ...si Yuzuha me viera, me golpearía por rechazar a un posible 10 – se quitó la bata y entró al baño, notando que la rejilla de la regadera estaba limpia – Sip, definitivamente era un 10 – rió y se dio una relajante ducha

Sacó las sábanas de la cama y recogió su ropa sucia del suelo, metiendo todo a la lavadora, mientras esta funcionaba, el peliazul se dedicó a limpiar y ordenar todo en su pequeño departamento, la lavadora se detuvo, puso en la secadora la ropa y abrió su armario para armar su maleta... Sería la primera vez en ocho que celebraría Navidad y Año Nuevo con su familia. Terminó de empacar, de elegir la ropa que se pondría para el viaje, dobló la ropa seca y la guardó en el armario, se vistió, se maquilló, tomó su maleta, sus documentos, las llaves y se fue rumbo al aeropuerto en un taxi que ya había llamado previamente


El vuelo de Okinawa a Tokio duró poco más de tres horas, hizo el desembarco y fue en búsqueda de su equipaje, mientras esperaba, quitó el modo avión de su celular y revisó las notificaciones que le habían llegado, siendo el mensaje más importante para él ese saludo lleno de entusiasmo de su amigo de rizos celestes

- Tengo que ir a verlo si o si – se dijo a sí mismo con una sonrisa, para inmediatamente llevarse un susto cuando su teléfono empezó a reproducir "Bubblegum Bitch", su tono de llamada, a todo volumen; contestó de forma atarantada y se llevó el aparato al oído

☆Hermanos Shiba☆ One-ShotsWhere stories live. Discover now