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Definitivamente Varick odiaba ese lugar, pero no le quedaba de otra, su querido Andreas había solicitado su presencia en la enorme industria Trumper y él, bueno sólo le estaba haciendo un favor. Tenía que cumplirle todos los caprichitos a su chico y poco tenía que ver con que fuera absolutamente sexy, eso era un extra. No, hacía algunos años Andreas lo había salvado de ir a la cárcel por fraude en línea y desde entonces se dedicaba únicamente a trabajar para los Trumper. Entrando a bases de datos, robando información importante o incluso desmantelando redes enteras en pequeñas empresas para comprarlas después.

Como sea que fuera, ese edificio era horrible y no quería tener que poner un pie sobre ese piso, no era que tuviera mucha opción. Suspirando, saludó a la secretaria y entró a la oficina donde ya lo esperaban el director Trumper y su sobrino Andreas. Ambos eran intimidantes por diferentes aspectos, el director tenía ese semblante sombrío e incluso maléfico; sin embargo el otro era intimidante porque Varick sabía perfectamente lo que era capaz de hacer, aun si se escondía detrás de esa sonrisa hermosa. Eso, lo hacía aun mas peligroso.

-Varick- dijo el director con una falsa alegría -que bueno que decidiste acompañarnos-

Varick logró hacer una mueca y se sentó en la silla vacía junto a Andreas, quien le sonrió ladeando ligeramente la cabeza, lo cual le provocó un escalofrío. Ese tipo de gestos sólo podían significar una cosa, estaba a punto de pasar algo muy importante.

-Debo decir que al principio tu trabajo me era muy indiferente- prosiguió el director -Sinceramente no sabía como una persona como tú podría serme útil, pero a través del tiempo has demostrado la buena adquisición que eres para mi y para la industria.
Gracias a ti hemos conseguido más dinero y mejores adquisiciones- sonrió -Hoy, creo que debo pedirte uno de los trabajos más importantes, por el que, por supuesto, recibirás el pago apropiado. Verás, los tres sabemos que lo que has hecho dista mucho de ser legal, pero en este trabajo, si somos descubiertos podríamos ir a prisión. Por muchos años- recalcó las últimas palabras como si el mismo fuera el policía y Varick el delincuente.

Andreas sonrió de lado alzando la vista -No lo asustes tío, apuesto que Varick confía cien por ciento en lo que hace y yo también. Es cierto que es más de lo que hemos hecho hasta ahora, pero no creo que sea difícil- volteó hacia el hacker -Menos para ti- le guiñó un ojo, mientras el otro se sonrojaba

-¿Qué es lo que quieren que haga?-

Por supuesto que estaba seguro de lo que hacía, de lo que no estaba seguro era de las intenciones de esos dos. Es decir, sí, era un delincuente y sí, hacía cosas ilegales, pero jamás le había hecho daño a nadie. Ahora temía que lo que debía hacer ocasionara un daño que no podría remediarse fácilmente, mas si podría pasar muchos años en prisión por hacerlo.

Andreas sacó un montón de papeles de un sobre amarillo, los depositó sobre el escritorio y los arrastró frente a Varick. El hacker alzó una ceja y tomó uno de los papeles, no era ningún experto pero sabía que era un estado de cuenta, sin embargo no era de la industria Trumper o de alguien que conociera. En la parte superior se desplegaba el nombre de Tom Kaulitz, mientras otro de los estados de cuenta era enteramente de la industria Kaulitz.

-Kaulitz puede ser muy inteligente, pero es demasiado confiado. Dejar estados de cuenta personales en la casa de tu abogado puede terminar ocasionándote un problema- sonrió -Yo creí que iba a ser mas difícil conseguir el de su cuenta personal, pero mira que suerte tengo-

-¿Puedes lograr que parezca que Kaulitz está desviando fondos de su industria directamente a su cuenta personal?- Trumper lo dijo directamente sin ningún rodeo o duda en su voz

Varick se removió incomodo, por supuesto que podía hacerlo, pero estaba consciente de lo que conllevaba.

-¿Hacerlo pasar o hacerlo de verdad?- preguntó únicamente para estar seguro

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