Capítulo Veintidós: Visita inesperada

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— ¿Por qué miras un estúpido anillo inanimado? —. Preguntó el menor.

—. Ah... por nada.

—. No me digas que piensas pedirle "ayuda" a un objeto inerte sin vida. Te volverías uno más de todos los dementes que ya tenemos aquí.

—. De donde sacaste esa agresividad? Tus padres no son así.

—. Hay cosas que uno aprende con experiencias, no todo tiene que ser heredado. Si fuera igual de idiota que mis padres hace tiempo que hubiera dejado de respirar.

—. Buen punto.

Rusia regresó con los demás mientras que Kenneth regresó con su hermano.

Al ingresar a la habitación, lo vió envuelto en la manta que recién habían encontrado.

—. Estás llorando? —. Preguntó el mayor, pero no obtuvo respuesta —. Tu madre te preguntará de donde sacaste eso. Guárdala.

Zephyr dió un suspiro y se levantó para doblar la manta y guardarla entre sus cosas.

—.... Zephyr, déjalo. Cuando nos libremos de España todo volverá a ser como antes.

—. No quiero que todo sea como antes... quiero que sea mejor. —. Susurró con la mirada baja.

—. Las cosas no siempre saldrán como tú quieres.

—. Claro que no, si me quedo aquí sin hacer nada, obviamente que nada pasará.

—. Te estás poniendo en peligro. España no quiere a México o a Perú, nos quiere a nosotros... te quiere a ti.

—. Eso no importa.

—. ¿No importa? Si te captura, tu madre será el más afectado.

—.... Estás intentando manipularme con eso? Lo que hago es por mi mamá.

—. Lo que haces es un capricho tuyo. Eres un niño mimado que siempre ha tenido todo. ¿Qué mejor que regresar a eso? Rusia y Perú son tus padres, si te pasa algo, ellos estarán mal.

—... Yo no-

—. Quieres ver a USA y Perú juntos, quieres que México y Perú se amisten. Y como arreglarás todo, con el poder del amor!

—... Deja de... burlarte... yo lo veo de esa forma.

—. Porque tienes la realidad alterada Zephyr! No sabes lo cruel, asqueroso y despiadado que es el mundo real. Has crecido rodeado de tanto amor, nadie te ha puesto un dedo encima, nadie te ha gritado, nadie te ha hecho llorar por una noche entera!

—. Sé que tú no puedes comprenderme, pero... esto es muy importante para mí.

— ¿¡Y por qué no piensas en los demás?!

El menor se levantó y salió corriendo con dirección al baño, encerrándose ahí.

Él quería que todos estuvieran bien y felices.
Siempre había sido su prioridad mantener a su mamá alegre.

Pero por más que lo haya intentado de varias y distintas formas, nunca conseguía que Perú fuera plenamente feliz.

Se lo debía...

Era su mamá.

Sabía que algo faltaba en la vida de Perú, y no estaba hablando de USA.

Observaba su reflejo en el espejo del baño, mientras trataba de ser optimista. Como siempre lo había hecho.

Intentaba buscar entre sus recuerdos y conocimientos, algo que lo llevara a aquel lugar indicado en el manto.

Sentía que se desmayaria de tanta presión que él mismo se imponía.

FINDING FORGIVENESS Where stories live. Discover now