{ 17 }

3.1K 281 26
                                    

El peliverde había estado dando vueltas y vueltas por el barco esperando a que su mocosa saliera de la cocina, incluso le había dado tiempo de cambiarse la ropa después de entrenar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El peliverde había estado dando vueltas y vueltas por el barco esperando a que su mocosa saliera de la cocina, incluso le había dado tiempo de cambiarse la ropa después
de entrenar. Decidió que no tenía hambre y esperaría afuera a que Olivia lo llamara para cenar y aprovecharía que todos estaban ocupados para verla a solas.

No sabía porque tenía la sensación de extrañarla cuando vivían en el mismo barco y la había visto por la tarde. Ese sentimiento lo hizo gruñir por lo bajo y cerró los ojos irritado.

Zoro no se había enamorado nunca, lo más cercano que tuvo fue su relación de la infancia con su amiga espadachina, aquella a la que prometió sería el mejor del mundo para cumplir el sueño por ambos.
Aunque Olivia no se parecía en nada a ella, reconoció que la calidez en su pecho se extendía como cuando entrenaba con su vieja amiga. Con esto, Zoro dedujo que Olivia le importaba más de lo que pensaba.

Por otro lado, el moreno no era un hombre inexperto en el tema de mujeres, si bien no era ni de cerca lo que era Sanji de coqueto, Zoro había tenido varios encuentros carnales con damas desconocidas, después de todo era un hombre y le encantaba sacar todo su estrés. Claro, sin el cortejo de por medio, eso se lo dejaba al rubio que intentaba darle clases de como tratar a una dama.
El espadachín era más directo, si las quería para una noche le bastaba con visitar lugares dedicados a ello y a veces nisiquiera mencionaba una palabra antes de comenzar.

Olivia despertó algo dentro de él, desde que admiró su cuerpo desnudo a la distancia, Zoro vió por primera vez a la chica como una mujer. Seguía siendo delicada ante sus ojos, pero le removió por dentro pensar en lo suave de su piel y la cercanía que tuvieron al estar acostados juntos.

~

Pasó un rato para que Olivia saliera de la cocina con una enorme sonrisa frotándose la barriga.

Zoro estaba sentado a unos metros del lugar afilando su katana y la vió sonreírle. El Moreno le regaló una media sonrisa y volvió la vista a la espada un poco nervioso, aunque no sabía por que.

La castaña se acercó a él con las manos detrás de su espalda, dando pequeños saltitos, parecía de muy buen humor y eso despertó la curiosidad en Zoro.

- Señor Zoro, la cena está lista. - Dijo animada.

- No cenaré hoy, no tengo mucha hambre.

- Oh, pero hice muffins para el postre... - Agachó un poco la cabeza.

Zoro la observó y se levantó del lugar para acercarse a ella, el puchero que tenia en ese momento fue invaluable para él y le sacó una sonrisa.

- Si quitas esa cara horrible, iré por uno. - Bromeó él.

Olivia frunció el ceño y se dió media vuelta, ¿Le parecía fea a Zoro? Ella nunca se había planteado bien el término de belleza, pero nunca se había sentido fea. Era claro que la chica no entendía de bromas y tampoco el sarcasmo, para ella todo era tan literal.

SAILING { Roronoa Zoro } Where stories live. Discover now