CAPITULO 31

208 34 0
                                    


YoonGi

Miré perplejo el teléfono. Una llamada de Baeky. Habíamos dispuesto que solo me llamaría cuando pasara algo realmente grave, algo que lo pusiera en riesgo, algo... ¡Mierda! Tenía las pelotas a la altura del ombligo.

—Diga.

—YoonGi, tengo algo importante que decirte.

—¿Tienes algún problema?

—No, pero quería que lo supieras antes de que suceda.

—Dime.

—Chan y yo nos vamos a casar... —Sentí un alivio tremendo al escucharlo. —Dentro de una semana, en Las Vegas.

—Vaya, eso es estupendo. ¿Ya lo tienen todo organizado?

—Solo hemos comprado los billetes de avión. Íbamos a reservar un hotel para un par de días y luego regresaríamos a Miami. No tenemos mucho tiempo y queríamos hacerlo ya. Hemos cambiado algunos turnos para tener el próximo fin de semana libre.

—Bien, deja que me encargue del alojamiento. Te enviaré un mensaje con el nombre del hotel. Tu solo encárgate de llegar y registrarte, el resto es cosa mía.

—Pero...

—Déjame hacer eso.

—Vale.

—Intentaré concertar una reunión, pero no puedo prometerlo, estamos ...

—Lo entiendo.

—Entonces, dale mi enhorabuena al novio y para ti un fuerte abrazo.

—Gracias. —Baeky se casaba, en Las Vegas, en una semana. Tenía muchas cosas que preparar, porque él era de la familia aunque nadie lo supiera. Y si de algo nos encargábamos los Min era de la familia.




NamJoon

El médico de Leo estuvo muy colaborativo, sobre todo porque yo era quien pagaba sus facturas, porque era abogado y, sobre todo, porque era un Min. En ocasiones como esta era cuando más agradecía llevar ese apellido; abría puertas sin necesidad de llamar.

Tenía mi información y no estaba muy contento con ella. Leo debía haberse puesto la última inyección hacía un mes, pero no lo había hecho. Eso podría haberme preocupado, pues el buen doctor creía que queríamos tener un bebé y que Leo estaba preparándose para concebir. Le había recetado algunas vitaminas, ácido fólico, para que empezase a preparar su cuerpo para la maternidad. Pero según su última revisión de hacía tres días aún no habíamos conseguido concebir. El buen doctor me animó a no desalentarme, porque hacía poco que estábamos intentando ser padres y a veces estas cosas llevaban tiempo. Tiempo y un milagro, porque junto con sus anticonceptivos uníamos los preservativos y esos tenía un índice de eficacia del 97%, salvo que se rompieran y... ¡Oh! Mierda, Leo debía de estar saboteando mis condones si pretendía quedarse embarazado. Todavía no había tenido ningún condón roto, pero eso no quería decir que no estuviese pinchado. Tenía que parar a comprar una nueva remesa y esconderla en un lugar seguro, al que él no accediera. ¿Y por qué no suspender el sexo? Porque además de seguir con la normalidad, como dijo YoonGi, pensaba follármelo hasta por las orejas. Iba a pagar con creces todo lo que estaba haciendo a mis espaldas. Se lo dejé muy claro desde el principio, yo cubro tus gastos con una mensualidad y tú cubres mis necesidades sexuales. Solo eso, nada más. Ni amor, ni hijos, ni ñoñadas de parejitas. Puede que lo llevara a alguna cena, algún espectáculo, pero nada más. Yo había estado cumpliendo mi parte del trato, pero estaba claro que él quería cambiar las condiciones unilateralmente. Leo sabía dónde se metía cuando accedió a nuestro acuerdo, así que se atendría a las consecuencias de jugar con un Min.




TaeHyung

Miré otra vez los números de la pantalla del PC de JungKook. Ya estaba hecho. La hipoteca de mi madre estaba pagada, había un fondo para la universidad de mi hermano y unos cuantos miles de dólares en su cuenta. Nos habíamos ajustado a las cantidades que no levantarían sospechas, así que no habría ningún problema para mi madre ni su familia. Ahora mi colchón era un poco más pequeño, pero yo me sentía feliz de que así fuera.

—Estás sonriendo.

—Es que me siento bien.

—Me alegra ser quien ha provocado eso. —Miré a Nick con el ceño fruncido. ¿A qué se refería? ¿A haber sido el artífice de las transacciones? ¿O a haberme dejado, no hacía ni media hora, la zona de abajo totalmente derretida? Algo me decía que pensaba que era lo segundo, a él le gustaba jugar con la ambigüedad. Pero si quería jugar a eso conmigo, sabía la mejor manera de contraatacar.

—Tendré que darte las gracias.

—Sí, tendrás que hacerlo. —Me estiré, para alcanzar su cuello con los brazos y acercarlo lo suficiente como para poder besarlo, salvo que dejé mi boca a escaso medio centímetro de la suya.

—Gracias. —Escuché su gemido de protesta, un segundo antes de tomar él mismo su premio. Estaba bien eso de poder hacer que él cayera bajo mis encantos, me hacía sentir poderoso. ¿Cuántas personas podían decir, en esta ciudad, que tenían a un Min? Pues este era ahora mío y no lo iba a soltar en una buena temporada. Este calzoncillo se lo iba a tatuar en la piel.




JungKook

Me he acostado con modelos, donceles y mujeres, con chicas de calendario, con chicos que hacían babear a los hombres por una segunda oportunidad y no había caído con ninguno de ellos. La razón por la que estaba tan atrapado por TaeHyung era un misterio en sí mismo. Pero hacía tiempo que había aprendido una cosa más importante que el porqué: saber qué hacer cuando ocurre. Así que en ello estaba, disfrutando del momento todo lo que podía. Me gusta el sexo con TaeHyung, me entretiene charlar con él, me provoca su forma de pensar, me seduce su mente, me excita su desafío, me enciende todo de él y todavía estoy lejos de aburrirme a su lado, creo que eso sería imposible. Me estaba acostumbrando demasiado rápido a tenerlo conmigo, a tocarlo cuando quería, a besarlo cuando lo deseaba, a estrechar su cuerpo cuando dormía. Soy un puto yonqui de TaeHyung y no pienso desengancharme.




Sam

Ya tenía la información que YoonGi quería, que fuera algo que me llegaba en lo personal solo hizo que fuera más exhaustivo en mi búsqueda. El cabrón de Rocky Bellami tenía un representante aquí en Las Vegas y, por lo que sabía, no quería introducirlo en el mundo de las peleas ilegales, buscaba una confrontación en concreto, quería pelear con un Min, le daba igual con cual. Al parecer, un Rocky borracho le había contado a alguien que pretendía machacar al pequeño Min y que luego iría a por el segundo, porque, cuando lo dejara en una silla de ruedas, Min YoonGi iría a buscarlo y él estaría esperándolo.

El tipo había tenido dos peleas en el circuito underground, no era suficiente para enfrentarse a JK, pero estaba haciendo su camino y lo estaba haciendo a fuerza de golpes. Era un cabrón sicótico en el ring y se estaba haciendo un nombre. Le llamaban el Demente y vaya si le pegaba. Tenía que avisar a YoonGi, porque el tipo se estaba metiendo en el terreno de JK y lo tenía puesto en su punto de mira.

Min's Family (KT) 2Where stories live. Discover now