XIV

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Comenzamos el camino y yo me dediqué a hacerme dos trenzas en el pelo, ya que con el agua del río se me había quedado horrible.

—Entonces, ¿cuál es el plan?—Pregunté, captando la atención de los dos hombres que caminaban en frente mío con caras muy serias.

—Infiltrarme y desactivar la niebla ácida.—Contestó el azabache sin si quiera girarse para mirarme.

—¿Y no había nadie más en todo tu pueblo capaz de hacerlo aparte de ti?—Añadí, consiguiendo que Bellamy se inclinara para mirarme.

—Y que más da.—Respondió, sin más. Como si no tuviera ninguna importancia que fuera a sacrificarse otra vez por su pueblo.

—Madeline, ¿qué tal se tomó Lexa lo que pasó en Tondc?—Preguntó Lincoln, acercándose un poco hasta mí, Bellamy se adelantó un par de metros, como si la conversación no fuera con él.

—Pues mal.—Dije, encogiéndome de hombros.

—¿Por eso te fuiste?¿Te hizo daño?

—Ya no hay nada que pueda hacerme, Lincoln.—Él me miró con pena, y odié que lo hiciera.

—Sabes que estoy de tu lado, ¿verdad? Puedes contar conmigo para lo que sea.—Dijo, tan serio que supe que lo decía totalmente de corazón.

Sentí un calor acunar mi pecho y le dediqué una amplia sonrisa.

—Gracias. De verdad.—Él me devolvió la sonrisa y me sorprendió gratamente porque pocas veces le había visto sonreír.

—Quizás me piense lo de irme con Luna.—Añadí.

Lincoln ya me había insistido más de una vez que me fuera con ella, ya que está oculta junto con su pueblo y ahí nadie podría encontrarme.

—Piénsalo y si decides irte, nada más salgamos de los túneles te llevaré con ella, ¿trato hecho?—Yo asentí con la cabeza y Lincoln se giró para seguir el camino.

El resto de las horas pasaron silenciosas, sin mucha conversación, quizás porque no estoy con las dos personas más extrovertidas del mundo.

Al caer la noche, Bellamy hizo una hoguera y decidieron que descansaríamos ahí ya que aún quedaban unas cuantas horas de camino hasta el Monte Weather.

Yo me senté en frente de la hoguera y miré como Lincoln se echaba a dormir a unos metros de mí y Bellamy hacía lo mismo justo al otro lado.

El azabache se tumbó boca arriba, echó ambos brazos hacia atrás y apoyó su cabeza sobre sus manos.

Luego, cerró los ojos y gracias a ello pude fijarme bien en su atractivo perfil, y quedarme embobada con él por unos largos segundos.

—La próxima vez que vayas a acosar a alguien mientras duerme, intenta disimular mejor.—Habló, entreabriendo los ojos e inclinando su barbilla hacia mí.

Yo sentí como mis mejillas ardieron y rápidamente aparté la mirada nerviosa.

Al momento me sentí estúpida por como había reaccionado y volví a buscar su mirada, que no se había separado de mí en ningún momento.

—¿Igual de bien que disimulaste tú en el transbordador?—Contraataqué, pues él había estado haciendo lo mismo aquel día y no pensaba quedar como una tonta.

—La diferencia es que yo no aparté la cara y me sonrojé cuando te diste cuenta. Tú si.—Yo entreabrí los labios ofendida al escuchar sus arrogantes palabras.

—Yo no he hecho eso.—Sí que lo había hecho.

—Sí lo has hecho.

—Lo que tú digas.—Solté molesta y aparté la mirada a la hoguera del medio.

ʟᴀ ᴅᴏɴᴄᴇʟʟᴀ. [Bellamy Blake]Where stories live. Discover now