once

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Decir que Hoseok no se sentía con miedo era mentira.

—¿Namjoon?

—¿Mmh?

Hoseok se sentó en la cama y sintió las manos de su amante sobre su espalda.

—¿Qué pasa cariño? —Namjoon se sentó en la cama junto a él y entonces lo abrazó para besar su sien—. Has estado preocupado desde que llegamos.

Hoseok solo asintió con la cabeza y se volvió a acostar. Desde que llegó solo estaba ahí, acostado con Namjoon.

—Yoongi mató a su padre.

—Eso nunca se comprobó Hobi, la policía nunca llegó a cerrar el caso.

—No lo digo porque lo escuché, lo digo porque lo sé.

El más bajo se giró en la cama para apoyarse en el pecho de Namjoon.

—Yoongi me lo dijo, esta mañana —lo vio fruncir el ceño— Solo hablamos Namjoon, no sucedió nada.

—¿Entonces se puede saber dónde te lastimaste el labio de esa forma? ¿Y el moretón en tu mejilla?

Hoseok suspiró y se sentó sobre él.

—No debes preocuparte, no fue Yoongi.

—¿No preocuparme? —Namjoon se recompuso en la cama y lo miró enfadado— Hoseok te está maltratando. Aún cuando todavía son un matrimonio no puede hacer eso contigo, no tiene derecho. Hoseok, puedo encargarme de eso.

—¡No! Ya te dije que no fue Yoongi. Él nunca me ha puesto una mano encima —Hoseok le colocó ambas manos en cada mejilla— Vas a escucharme bien, no quiero saber que has estado con Yoongi en su oficina o en algún otro lugar ¿entendiste? Yoongi es... —fue interrumpido.

—¿Quieres que me quede sin hacer nada?

—No te pido eso, olvídalo, me estoy encargando.

—No quiero que te haga daño, Hobi...

—No lo hará, ya te dije que Yoongi nunca me ha puesto una mano encima. Creéme.

Cuando Hoseok llegó a la mansión, el rostro estoico de Yoongi lo recibió

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Cuando Hoseok llegó a la mansión, el rostro estoico de Yoongi lo recibió.

—Cámbiate, nos iremos.

—¿Irnos?

—A Los Ángeles, tengo negocios que hacer allí.

—Yo no iré —Hoseok respondió directo, subiendo las escaleras después de aquello, solo que no pudo seguir subiendo ya que una mano lo jaló hacia atrás.

—No es una pregunta, no estoy pidiendo tu permiso, solo estoy diciéndote que te cambies porque nos iremos; ahora.

—Te dije que no voy a ir, deja de molestar.

Cuando iba jalarlo, Yoongi movió su brazo para dejarlo contra la pared, causando que un sobre con fotos cayera de uno de sus bolsillos. Hoseok bajó la vista y su rostro perdió el color.

—¿Q-qué... qué haces con fotos de Namjoon?

—¿Acaso no me creías cuando te dije la primera vez que nos vimos que si estás conmigo es solo conmigo?

—¡Estás mal, Yoongi! —gritó Hoseok.

—¡Y mi padre no será el único muerto que me cargue si no me obedeces!

Hoseok tragó saliva y lo empujó para tratar de tomar más aire de lo que sus pulmones le permitían.

—Necesitas ayuda Yoongi. Lo nuestro está volviéndose tóxico, necesitamos separarnos, nosotros no podemos seguir así; solo nos estamos dañ... —y sus palabras se cortaron cuando Yoongi se abalanzó hacia él de forma rápida.

Su esposo le acarició el cabello y sonrió.

—Ve, cámbiate de ropa que el viaje a Los Ángeles nos espera, cariño —murmuró tierno.

Hoseok asintió suavemente con la cabeza antes de subir las escaleras rápidamente y encerrarse en su cuarto para regodearse en esa sensación casi oscura que lo había invadido. Tomó su celular y escribió un par de mensajes a Namjoon sobre lo que había descubierto antes de ponerse lo primero que encontró en su closet.

Se miró en el espejo, su labio inferior estaba partido por el bofetón que Hoseok le había dado la noche anterior.

—Seguramente va a querer que nos acostemos de nuevo —se murmuró a sí mismo mientras que se miraba en el espejo antes de salir.

Yoongi ya estaba en el coche y Hoseok lo siguió.

¿Acaso sus padres sabían realmente quién era Yoongi? ¿A quién le habían entregado a su hijo?

—¿Y-Yoongi? —murmuró, la ventanilla que tenía vista a la cabina del chofer se subió así que solo estaban ellos solos en la segunda cabina.

—¿Ahora qué? —gruñó el contrario.

—Necesitas ayuda, a donde llegaste es un extremo muy... no es normal Yoongi, da miedo...

—¿Creías que no era tan hijo de puta? —Yoongi lo miró a los ojos y le sonrió, frío—. Lo que tú me haces, yo puedo hacerlo el triple... y que realmente te hará llorar.

—¿Qué planeas...? Yo no... Yoongi por favor, solo firma los papeles del divorcio —respondió Hoseok antes de quejarse de dolor—. ¡Yoongi, me duele!

La mano grande de Yoongi estaba en su nuca, atrapando su cabello duramente entre sus dedos.

—Te dije que no iba a dejarte ir. ¿Qué parte no llegas a entender? Estás conmigo sin vueltas atrás, sin arrepentimientos, sin jodidos terceros. Ahora te lo diré una sola vez y lento para que lo entiendas —Yoongi tomó le el rostro y su boca terminó en el oído de su esposo—. Estarás conmigo, dejarás al imbécil de Namjoon y serás mío.

—Yoongi no voy a hacer eso —jadeó Hoseok.

—¿Quieres ir al funeral de Namjoon?

—Estás mal —sollozó Hoseok, queriendo que eso fuera una pesadilla.

—Nos encontraremos una persona muy importante para las empresas Jung. Le dije que podía acostarse contigo. Buena suerte Hobi —se burló Yoongi.

mátame lento ; yoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora