Capítulo 23: Eres Un Desastre

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Anteriormente...

— Te has sobrepasado y ya estoy cansado — Lanzó otra explosión y lo agarró de la camiseta — ¡Hasta que no la has visto rota no has parado! — Lo lanzó al suelo lejos de ellos con fuerza.

— ¿Qué está pasando aquí? — Llegó Shirakumo junto con Present Mic viendo el panorama.

— Intruso, heridos — Afirmó Aizawa y ellos vieron a aquel grupo encerrados en el escudo.


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Narrador Omnisciente

— ¡Ella se despierta por las noches llorando por pesadillas! ¡Siempre sonríe y nunca pide ayuda para no joderlo todo! ¡La he visto incontables veces esconderse para llorar, saliendo en medio de la noche cuando sus demonios la atacan, entrenar y entrenar para mantener su cabeza ocupada! ¡Entrenar hasta que su piel se desgarra, hasta que sus manos sangran, hasta desmayarse! ¡¿Sabes lo que es vigilarla por miedo a perderla?! — Exclamó sorprendiendo a la chica — Cada vez que la veía salir en medio de la noche, cada que se encerraba el día entero en su habitación, cada que entrenaba hasta desmayarse, cada que tenía una pesadilla, cada que se quedaba dormida en el sofá, cada vez que veía su mirada apagarse de la nada porque sus demonios la consumían. Siempre estaba cerca para que no hiciera una tontería por tu puta culpa, porque ella siente que le quitaste su vida, cuando le agrietaste el alma, cuando la hiciste creerse rota, dañada y rayada — Afirmó frunciendo el seño y ella se sorprendió.

« Ella había salido, estar encerrada en aquella habitación luego de un entrenamiento fuerte le estaba recordando esos momentos que le dolían, salió a caminar un poco al rededor del edificio, sabía que mientras estuviese allí la alarma del profesor no sonaría, escuchó unas ramas crujir y volteó, pero no había nadie así que sólo siguió caminando al rededor del edificio »

« Era un mal día, uno de los peores del año de hecho. Ella se encontraba encerrada en su habitación, entrenando mientras que de vez en cuando algunas lágrimas se salían de sus ojos, escuchó varios golpes en su puerta y se detuvo para abrir, pero sólo vió unas bandejas de bento en el suelo frente a la puerta.

— Shinso idiota, no entiendo por qué no me lo entrega directamente si siempre lo hace — Susurró con calma tomándolo »

« Sí, su cabeza la estaba torturando mucho, estuvo entrenando toda la tarde, estaba cansada física y mentalmente pero no lograba ocupar su cabeza para despejarla de esos horribles recuerdos. Finalmente no pudo más, su vista se tornó negra y cayó, pero no sintió el golpe contra el suelo, sólo un olor dulce y sutil, y despertó en su cama.

— Huele a los postres de Sato — Sonrió suavemente dejándose embriagar por el dulce aroma, los dulces le gustaban, sobre todo los caramelos ácidos y los bombones »

« Gritó sentándose de golpe en la cama, estaba bañada en sudor y respiraba con rapidez, su corazón latía muy rapido. Se levantó, salió de su habitación y se dirigió a la sala por las escaleras para tomar algo de agua, quería calmar su corazón.

Se encontró a Bakugou en la cocina, estaba calentando algo de leche suponía que tampoco podía dormir.

— ¿Qué haces despierto? — Preguntó ella con algo de mal humor.

— No es tu problema, Bruja — Dijo tomando su vaso con leche tibia — Tómate eso si te da la gana, me voy — Dicho eso se retiró.

Ella tomó la leche tibia en un vaso, le dió justo para un vaso entero, simplemente se sentó en el sofá y la tomó. Su corazón se había calmado un poco y su mente se estaba relajando. Al terminar lavó tanto el vaso como la olla y se regresó a su habitación »

« Luego de una pesadilla no quería dormir sola, pero era tarde así que simplemente se recostó en el sofá de la sala de estar y trató de conciliar el sueño quedándose dormida poco después. El cenizo pasó por ahí para tomar agua y la vió dormida en el sofá, subió a la habitación de la chica, tomó una manta y volvió a bajar para colocarla sobre ella; era una noche fría y podía resfriarse.

— Estúpida, hace frío hoy — Afirmó cubriéndola bien para luego dejar una caricia en su cabeza.

¿Por qué lo hizo? Ni él mismo lo sabía, pero cuidar de ella era algo que hacía casi en automático.

La chica despertó a la mañana siguiente por su mejor amigo tratando de llamarla, se encontró en el sofá pero cubierta con una manta y simplemente asumió que fue Shinso quien la cubrió »

« Aquel hombre había estado llamando todo el día, ella lo ignoró, estaba en su cama abrazándose a sí misma mientras veía el teléfono sonar insistente; se sentía sofocada y su pecho dolía, era ese día del año que odiaba con todo su corazón, su cumpleaños.

Vió en su escritorio aquella tijera que utilizaba para sus tareas y las tomó mirándolas embelesada, ese día años atrás ese hombre le arrebató todo ¿No habría problemas si ella terminaba con la vida que no ya tenía, cierto?

— Ya estoy muerta de todos modos, no hay problema si termino con todo, así ya no habrá dolor — Dijo para ella misma apuntando la tijera a su pecho, apretó los labios y cerró los ojos con fuerza.

— Oye, Bruja — Tocaron la puerta con fuerza y se detuvo.

— Dime, Bakugou — Habló su voz temblaba un poco al igual que la mano que sostenía la tijera.

— Se supone que vamos a entrenar, Bruja idiota — Gruñó él.

— ¿No era mañana? — Preguntó ella y escuchó la manilla de la puerta así que soltó la tijera — Perdona, estaba ordenando mi escritorio — Dijo con voz suave, él la miró un segundo, miró el teléfono que aún sonaba y luego las tijeras.

— Eres un desastre — Rodó los ojos — Vamos a entrenar antes de que pierda la paciencia y te saque de aquí de una explosión — Ordenó tomando su muñeca, pero ella se soltó.

— Iré pero porque yo quiero, no porque tú me digas — Dijo ella con el seño fruncido, volteó para tomar una toalla de las que usaba para entrenar y luego volteó hacia el cenizo — Vamonos — Ordenó ella.

Ambos salieron de la habitación y, al salir del edificio se encontraron con Midoriya y Todoroki, la chica se acercó a ellos animada, o fingiendo ánimo, mientras que Bakugou se quedaba atrás, sacó de su bolsillo aquella tijera que tomó de la habitación de la chica, la miró con seriedad un momento y luego la lanzó entre los árboles, no dejaría que hiciera algo estúpido por un maldito impulso »

Bakugou siempre se preocupó por ella.

El Futuro En El PresenteWhere stories live. Discover now