En realidad parecían dos niños peleándose por la más mínima cosa, cada que se cruzaban o tú o él empujaba al otro con el hombro y se veían con asco, a la hora de almuerzo, quien llegara primero se robaba la comida favorita del otro causando una mirada de odio, en combate se golpeaban CON GANAS e incluso se quitaban el cargamento a sus armas.
Sin embargo, algunas veces Ghost llegaba a "cruzar la línea", él más que nadie sabe la historia de tu pasado y cuando se enoja..bueno, hace comentarios no muy lindos de ello, ese era uno de muchos puntos diferentes entre ambos, él fácilmente podía burlarse de un tema delicado para ti mientras que tú lo respetabas sin importar que.
Pero últimamente, todo ha estado dando un "giro", no sabes bien si es idea tuya o no, pero cada que hablas con alguien más, teniente, militar o lo que sea, tiene una mirada como..celos, y varias veces lo haz atrapado viéndote, sobre todo cuando estás practicando puntería con el rifle, acostada en el suelo en cierta posición..
...
Corrías con dificultad para buscar un escondite, sujetando con fuerza tu hombro cerca del seno derecho, pues este sangraba sin parar, manchando tu traje.
Habías recibido varios disparos y cada vez te sentías menos capaz de seguir de pie, costaba cada vez más correr, los mareos no tardarían en llegar por pérdida de sangre. El arma se había quedado sin munición y ahora mismo era un peso enorme tener que llevarla con un solo brazo. Tu respiración era muy agitada, cada vez estabas más desesperada por encontrar un lugar seguro.
Unos pasos acelerados se escucharon detrás, rápidamente volteaste para encontrar al chico con su típico pasamontañas de calavera.
-Deja de correr, ¿o acaso te quieres morir?- Dijo con un tono de fastidio.
Antes de que pudieras responderle con el doble de molestia, viste como se acercó para tomar tu cuerpo y colocarlo sobre su hombro, cargándote como costal de papas sin dificultad. -¡Simon, suéltame!-obviamente no hizo caso.
Empezó a correr contigo cargada, no podías ver pero a lo lejos había un contenedor que algún barco dejó allí, definitivamente eso serviría. Ghost pateo la pequeña entrada del enorme contenedor azul, te dejó en el suelo con algo de cuidado, luego se asomó nuevamente y se aseguró de que no hubiera amenazas cerca, cerró la puerta.
Sentías dolor y punzadas en la herida, una lágrimas salió de tu ojo pero estabas luchando por contener las demás, lo que menos necesitabas ahora era otro motivo de burla por parte de él. Sin embargo fue todo lo contrario, pudiste sentir la textura de su guante negro acariciar la piel de tu mejilla para limpiarla, te veía con su expresión seria de siempre.
-Déjame ver-
-Simon, de verdad no..-
-No era una pregunta, _____- su tono de voz era demandante.
No tuviste otra opción más que obedecer, dejaste el arma a un lado, con algo de dificultad quitaste tu uniforme negro y el chaleco antibalas, tenías una camisa blanca de tirantes debajo la cual ya estaba cubierta de sangre en mayor parte. Simon tomó el tirante y comenzó a bajarlo con cuidado, se detuvo unos segundos antes de llegar al seno para presenciar el agujero que dejó la bala.
Estabas totalmente avergonzada, casi te estaba desnudando. ¿Y como era posible que te sintieras intimidada por el ahora si todo el tiempo eras capaz de insultarlo?
-Estarás bien- te dió un pequeño termo de agua que siempre llevaba con él y unos analgésicos, buscó en sus bolsillos mientras la tomabas y sacó unas vendas.
Nuevamente se acercó, comenzando a rodear tu hombro con la venda, apretando un poco en un intento de detener la hemorragia.
Mientras te vestías nuevamente, pudiste sentir algunas miradas de su parte, a pesar de que debía estar vigilando la puerta, le dedicaste algunas sonrisas coquetas de broma y eso lo hacía mirar otro lado, causándote gracia.
Quizás, solo quizás, el podría ver tu cuerpo de nuevo en otras circunstancias.
