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Hobart tenía la costumbre de ir a uno o varios bares durante la noche para tocar la guitarra, ya sea solo o con la banda.
Tú eras vocalista y amiga muy cercana a él fuera del "trabajo", él hacía la música y tú te encargabas de la voz. Ambos siempre se la pasaban juntos de bar en bar dando vida a aquellos sitios con música.
Desde hace tiempo que el moreno se adentró en el mundo de las drogas por motivos desconocidos, varias veces te incitó a hacerlo pero lo rechazaste, obviamente estas no eran bien vistas y lo que menos querías era volverte adicta.
Secretamente, estabas algo atraída por él..
...
Un día salieron del bar después de una alocada noche, llegó un grupo musical de 7 personas a tocar varias canciones y amablemente los recibieron e invitaron a unirse.
Eran casi las tres de la mañana y las calles estaban increíblemente vacías, había un aire fresco y muy frío, revisaste el clima en tu teléfono y viste que estaban a 13 grados, pronto comenzaste a sentir como tu piel se erizaba por la brisa congelada, tus ropas no ayudaban mucho a la situación pues traías un top negro con una chaqueta de mezclilla la cual no te abrigaba en lo absoluto.
- Ven, vamos a mi auto, allí podrás tener algo de calor - Hobie no tardó en notar tu estado.
Ambos caminaron un rato hasta llegar a un callejón oscuro y húmedo por la lluvia que hubo hace algunas horas, su auto era un Cadillac de los años 60.
- Pensé que usabas una moto - dijiste mientras te adentrabas en el asiento del copiloto, y tal como dijo, una sensación de calidez recorrió todo tu cuerpo, el auto estaba tibio por dentro.
- Me robé este auto, por eso lo dejé en este callejón - dijo con una sonrisa orgullosa mientras él tomaba el asiento dentro también. Al poco tiempo abrió su chaqueta de mezclilla para sacar un encendedor y una caja de cigarrillos.
Apartaste la mirada de él, Hobie sabía perfectamente que odiabas que él fume pero le gustaba sacarte de quicio. Unos minutos después empezaste a sentir el humo entrar por tus fosas nasales, sin embargo este no era el olor al que estabas acostumbrada.
- Hobie, ¿que mierda estas fumando? - regresaste la vista hacia él y lo viste con el porro entre sus dedos, mientras soplaba el humo de su boca.
- Oh, es marihuana ¿Por qué no lo pruebas? - nuevamente ahí estaba con su sonrisa orgullosa y coqueta viéndote.
-Ni de chiste, sabes que no me gusta..- te cruzaste de brazos en una clara señal de rechazo.
