Corazones en llamas ©

Capítulo 26

Daniela

Esto era un caos. Estaba teniendo una guerra de almohadas con Mar y Thiago, bueno en realidad ella y yo estábamos compinchadas y íbamos todo el rato a por él. Los cojines volaban de un lado al otro, entonces me salí de la cama e intenté escaparme, pero cuando Thiago me vio cerca de la puerta, me impidió dar un paso más, mientras me rodeaba la cintura con sus brazos, después me colgó en su hombro y me tiró a la cama.

Mar estaba a nuestro lado y se reía mientras nos veía a nosotros dos pelearnos. Entonces él se acercó a mí con una mirada traviesa y todos mis sentidos empezaron a despertarse cuando su cuerpo hizo contacto con el mío. Estábamos tan cerca que en cualquier momento nos podíamos besar, pero su mirada no me transmitía que me quisiera besar, si no que quería jugar conmigo o hacerme enloquecer.

—Este sería un buen momento para descubrir si tienes cosquillas—me dijo y comencé a entrar en pánico

—Ni se te ocurra. Tú me pones una mano encima y te prometo que lo próximo que vas a ver es el suelo—le dije y se rio

—Adoro tus chistes, eres tan graciosa

Antes de que él consiguiera hacerme cosquillas, su hermana se colgó en su espalda y le tapó los ojos. Thiago se alejó de mí y le empezó a hacer cosquillas a su hermana, pero de repente tocaron al timbre y se alejó para ir a abrir la puerta.

—Daniela, tengo hambre—me dijo Mar

—¿Quieres que vayamos a la cocina?—le pregunté

—Sí—me contestó y le di la mano—¿Daniela, puedo quedarme hoy con Gabriel?—me preguntó

—Sí, pero déjame llamarle para ver si no está ocupado—le respondí

Saqué mi teléfono del bolsillo de la chaqueta y marqué su número. Estuvo sonando un par de veces sonando hasta que se dignó a contestarme.

—Hola hermanito, ¿estás ocupado?

—Un poco, hoy tengo un partido, ¿por qué?

—Es que Mar quería pasar el día contigo, pero si no puedes, no pasa nada

—Dani, deja que venga al partido con Grace y así podemos ir a algún sitio cuando acabé de jugar

Acabé de hablar con mi hermano y Mar se quedó mirándome esperando una respuesta.

—Tiene un partido, pero irás con Grace a verlo a jugar y después iréis a algún lugar, ¿te apetece?—asintió mientras acababa de desayunar

Después fuimos al salón y Thiago estaba hablando con Grace. Mar fue corriendo hacia ella y la abrazó mientras ella le sonreía. Grace se agachó y cogió en brazos a Mar.

—Grace, vamos a ir juntas a ver jugar fútbol a Gabriel—le soltó y ella puso los ojos como platos y no parecía que estuviera muy feliz—¿Por qué no estás feliz?—le preguntó y ella tardó en responder

—No es que no esté feliz, sino que no me esperaba que me dijeras eso—le respondió y supe que mentía

Thiago se fue con su hermana a arriba para dejarnos a nosotras a solas. Me acerqué a mi amiga y nos sentamos en el sofá.

—¿Grace, me vas a contar la verdad? Porque sé perfectamente que algo tuvo que haber pasado con mi hermano para que hubieses reaccionado de esa manera

—Dani, tu hermano me intentó besar y me asusté, así que salí corriendo como una cobarde a casa de una amiga—me confesó y sonreí porque eso se significaba que los dos sentían los mismo por el otro