La apuesta

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La cabeza no deja de doler y aunque Erick me ha puesto compresas frías en la mejilla, no deja de verse hinchada y colorada; el labio se ve un poco hinchado, pero a comparación de la mejilla, este se está tornando morado.

"Si mi padre me ve así, hará explotar la casa; nunca nos han levantado la mano, simples regaños nos daban cuando desobedecíamos, pero jamás se atrevieron a golpearnos".

—No debí esperar tanto, si hubiera llegado unos minutos antes; esto podría haberse evitado —quita la toalla y suavemente pone la pomada sobre mi mejilla.

Sus ojos miran concentrado la herida, miro sus ojos azules, sus cejas pobladas; los diminutos lunares que rodean sus ojos, su nariz y al final mis ojos se detienen en sus labios... Lentamente atraídos por ellos me acerco.

—Amanda...

"Erick es como un imán, me jala lento y fuertemente a él".

—Amanda, nuestro padre... ¡Ah! ¡¿Qué te ocurrió?! —su grito de sorpresa nos sobre salta —¡¿La has golpeado?! —empuja a Erick lejos de mí y de manera amenazante lo señala —¡¿Dime?! —lo empuja furiosa.

Erick mira a Camille sin poder responder.

—Amanda, él...

—¡¿Te estoy haciendo una pregunta?! ¡¿Le has pegado?! ¡¿Con que derecho crees que puedes hacerlo?! —lo empuja y es ahí cuando la educación y recatada compostura se quiebra —¡Tal vez creas que puedes hacer lo que quieras con ella, pero no es así! —furiosa lo golpea.

El golpe resuena por toda la habitación, Erick sorprendido la mira "Camille es como una hermosa flor, a simple vista se mira hermosa y perfecta, pero cuando esta furiosa hace que sus espinas sangren a quien la toque, solo en momentos como este deja de lado toda la compostura que tiene".

—Él no me ha golpeado —lentamente me levanto y me acerco a Erick, su mejilla se ve roja —Seguro necesitaras un poco de ungüento —sus ojos enojados van de Camille a mí

—¿Qué a sucedido? —pongo mi mano sobre su mejilla y al contacto se queja de dolor "Debe de arder"

—Danos un momento, te explicaré luego —el semblante de Erick se relaja —Has sido excesiva...

—¿Qué? Pero si la que ha sido golpeada excesivamente, eres tú y todavía lo defiendes...

—Es por qué él no me a golpeado, debiste haberte dado cuenta desde el momento en que entraste y viste que curaba mis heridas —volteo y llevo a Erick hasta la cama, lo fuerzo a sentarse y me pongo de cuclillas frente a él —Sé que al verme herida solo pensaste en protegerme —con cuidado tomo un poco de ungüento —No te culpo, habría hecho exactamente lo mismo, y estoy segura de que Erick comprende tu actuar —con cuidado coloco el ungüento sobre esa marca rojiza.

Lo miro a los ojos, esperando que mis palabras sean ciertas que, aunque fue golpeado sin razón, pueda comprender, aunque sea un poco.

—No estoy molesto, solo sorprendido —sonrío concentrada en colocarla el ungüento uniformemente —Jamás me hubiera imaginado que Camille podría golpearme, golpear a cualquiera —de reojo noto el suave golpeteo de sus zapatos "Está muy incómoda"

—Lo lamento, es solo qué... —suspira sonoramente —Sé que ambos se están casando sin amarse, sus constantes enfrentamientos me hicieron pensar que podrías haberla golpeado y más por qué Amanda no hace otra que provocarte —la comisura de Erick se eleva

—Es cierto que me provoca, también hace que mi sangre arda de furia; pero ni aun golpeándome me harían golpearla, es una mujer y mi prometida, no la golpearé jamás —mi corazón se agita velozmente, y su intensa mirada hace que me sea imposible concentrarme en otra cosa

—Me tranquiliza saberlo, no quiero que Amanda sufra por un esposo golpeador —quito mi mano y rápidamente me paro

—¿Qué es lo que querías decirnos? —cierro el bote intentando ignorar la sensación de ser observada por él

—Venía a decirles que nos esperan en el estudio, es hora del chocolate —Camille frunce el ceño al verme —Si alguien llega a verte así, tendrán muchos problemas, principalmente Erick —toca mi labio y alejo la cara al contacto doloroso —¿Qué fue lo que ocurrió? —tenso la mandíbula incomoda.

"No quiero decirle la verdad, no importa lo que haya hecho Steve, él sigue siendo el hermano de Erick e hijo del amigo de nuestro padre...

—Fue mi hermano, él quiso... —incrédula volteo a verlo

—¿Tu hermano la golpeo? —regreso la mirada a Camille, su rostro se ve tenso y sus ojos encendidos de ira —¿Qué piensas hacer al respecto? —pregunta con la mirada fija en Erick

—Camille, sabes que no necesito que me defiendan, me cobraré lo que hizo...

—No me disculparé por mis actos, nadie toca a mi hermana —su amenazante voz me deja sin palabras.

"Si no la hago entrar en razón, es capaz de quemar la casa".

Mira mi labio y luego mis ojos, mira de nuevo a Erick y sin decir nada se gira; sale de la habitación cerrando la puerta de un portazo.

—Camille no se detendrá —sujeto mi cabeza con fuerza "!Ahg! ¿Qué hago?"

—Deseo que lo dejé sobre el piso, de esa forma aprenderá a nunca golpear a una mujer y menos si esa mujer es la prometida de su hermano —"No puedo con esto, si no he dicho nada es porque se perfectamente lo vengativos que son mi padre y Camille"

—Camille es amable y considerada, pero no quieres verla enojada y justo ahora no solo esta enojada, esta furiosa y deseosa de venganza ¿No comprendes lo que significa? —Erick pasa a mi lado y se detiene antes de abrirla puerta 

—No me importa, quiero que Steve pague por lo que te hizo he iniciaré dando el primer golpe —abre la puerta y sale dejándome sola "Si ambos se adelantan, no me dejarán vengarme" —¿Vienes? —brinco asustada

—Vas a matarme antes de la boda —sonríe divertido

—Ambos sabemos que, si alguien muere antes de la boda, seré yo; tú y tu hermana tienen buena mano —rio al ver como toca su mejilla

—En mi defensa, te lo merecías —camino y me paro a su lado, sus ojos ven mis labios y los toca —No duele...

—No mientas —baja la mano 

—No miento, lo único que lamento es que ya no podré besarte —muerde su labio ocultando su sonrisa "Eso es, relajemos el ambiente" —¿Puedes esperar a que sane? —entrelaza nuestras manos 

—Eres tú quien busca cualquier pretexto para besarme, no soy más que una víctima de tus deseos lujuriosos deberías ser menos obvia, me siento halagado de que te guste, soy el tipo de todas —me paro y lo jalo

—¿Has dicho mis deseos? ¿Sentimientos? ¡Ja! Hagamos un trato...

—¿Otro? Entonces te gustan los contratos —fastidiada suelto su mano

—Si en estos días no te beso, harás lo que quiera...

—¿Y si lo haces? —sus ojos brillan maliciosamente

—Haré lo que quieras, incluyendo terminar el compromiso; si eso es lo que quieres —"Puedo hacerlo, ganaré y no por la recompensa; sino para mostrarle que no significa nada más que un contrato ventajoso para nuestras familias" —¿Aceptas? —ladea la cabeza y estira su mano frente a mí

—Acepto.

"Perderá y yo le mostraré que no hay sentimientos que pueda provocarme; el deseo carnal que siento es solo un sentimiento primitivo que todos los seres vivientes tenemos, no es más que el instinto de reproducción que nos dicta a multiplicarnos. No hay nada, absolutamente nada que él pueda hacerme sentir, ni ahora; ni nunca".







CONTRATO © (Sin reglas).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora