.✿~María Posada y tú~✿. ( El libro de la vida )

.✿~segundo capitulo~✿.

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El papá de los dos niños sonrió con orgullo mientras veía a su hija, definitivamente era la misma imagen de su madre que en paz descanse. Carmen estaría muy orgullosa por lo que hizo Scarlett por la anciana. Manolo se acercó a su hermana para guiarla al altar de su familia aunque está no había apartado su vista de la anciana, por alguna extraña razón quería seguir viéndola, pero en un abrir y cerrar de ojos ya no estaba por dónde la había visto irse minutos antes. Dejo de pensar en eso para concentrarse en las cosas que le decía su hermano.

Mientras Manolo y Scarlett hablaban con su abuela o con su padre de vez en cuando, en otra parte se encontraba Joaquín, quien solo negaba con la cabeza al ver visto lo que Scarlett había echo con la anciana quien se había alejado con una gran sonrisa en su rostro. Definitivamente él no haría tal cosa como esa. Siguió hablándose a si mismo para luego darse la vuelta, sus ojos brillaron de orgullo y admiración al mirar la estatua de su papá. Era su héroe y su ejemplo a seguir.

Joaquín: ¿No crees que es una tonta? - le pregunto - esa Scarlett siempre regalando cosas a las personas sin nada a cambio. Que perdida de tiempo - soltó una pequeña risa, en eso se le acerca el sacerdote del pueblo.

Sacerdote: oh Joaquín - el niño volteó a verlo - ¿Todavía sigues aquí? - pregunto mientras sus acompañantes estaban atrás de el mientras solo observaban con atención.

Joaquín: así es señor - le dijo.

Sacerdote: será mejor que vayas a tu casa, ya todos se están yendo - Joaquín miró a todos lados para ver qué definitivamente se estaban yendo algunos - espero que me hagas caso - le dió una mirada severa al niño quien paso saliva un poco asustado.

Joaquín: así lo haré - dijo nervioso - pero antes quisiera estar un rato con mi padre, si no le molesta señor - el hombre lo miro por unos segundos para luego asintir.

Sacerdote: está bien - Joaquín soltó un suspiro de alivio - pero no quiero oír que te has quedado toda la noche aquí - el niño solo asintio frenéticamente.

Joaquín: no será así señor - sin más que decir el sacerdote y sus acompañantes se fueron - ese señor si que asusta - paso su mano por su frente - ¿No crees papá? - le pregunto, después de unos segundos Joaquín escucho una risa provenir de la pequeña capilla que hicieron en honor a su padre difunto.

- ¿Quien anda hay? - pregunto mientras sacaba su falsa espada - tengo una espada y no temeré en... usarla - aunque no lo admitiera tenía miedo, de la nada un anciano se muestra antes el - oh, apenas es un viejo anciano - dijo con desilusión pero aliviado.

Anciano: jovencito.. ¿Podría tener un poco de su pan? - pregunto mientras lo veía con atención - tengo mucha hambre - Joaquín solo lo miro para luego tomar un pan.

Joaquín: este pan es para mí padre y déjeme decirle que está delicioso - dijo con burla.

Anciano: bueno.. tal vez podamos hacer.. ¿Un intercambio? - le mostró una medalla brillante a la vez que sonreía con malicia.

Joaquín: ¿Una vieja medalla? Por favor e visto cosas más interesantes - le dió un mordisco al pan - si que está muy delicioso, por si quería saberlo ancianito - el anciano dejo salir un pequeño suspiro a la vez que rodaba los ojos.

Anciano: esto no es una cualquier medalla, muchacho, siempre y cuando la portes, no podrás ser herido - dijo mientras maniobra la medalla en sus dedos - y sobretodo te dará un valor inconmensurable - le extendió el pequeño objeto a Joaquín.

Joaquín: ¿En serio? - pregunto mientras tomaba la medalla en su mano para verla con asombro y curiosidad.

Anciano: Muy en serio, muchacho - le dijo con una sonrisa diabólica en su rostro.