|Juguemos|| Neteyam Sully and tú||

Parte 18

Modo adolescente, activado. 

Algo que sé es que yo no soy como los demás, tengo la sangre y parte del ADN de mi padre y eso me preocupa. Él una vez hablo conmigo sobre qué tal vez tendría ciertos comportamientos mientras era joven gracias a su ADN humano. 

Y creo que ya comenzaron.

Para un Na'vi normal, estos pensamientos solo pasan cuando o estas muy avanzado de edad o cuando ya te vinculaste y finalmente te apareas. 

Pero que mierda es mi suerte.

¿Hablar sobre esto con mi padre? Ni loco, creo que me tocara experimentar solo. 

Como lo que esta situación tan incomoda de ahora, un maldito bulto en mi taparrabos es la mierda que encuentro despertándome hace unos pocos minutos. 

Eywa, haz que la tierra me trague. 

-- Hoy ya saben cuáles son sus tareas, con la llegada de los Tulkun tenemos más trabajo. -- habla mi madre acomodándose para desayunar con nosotros. 

Trato de disimular, pero en eso llego Lo'ak y me da un golpe en la espalda, casi tiro mi comida -- ¿y ese abrigo bro? ¿no crees que hace demasiado calor para eso? -- demasiado para mi gusto. Lo miro mal para acomodarme más mi abrigo. 

-- me siento un poco mal, eso es todo -- murmuro solo para que mi mamá me escuche, me mira atentamente y me hace una señal hacia mi cuarto. Capto inmediatamente y me voy. 

Gracias Eywa por darme una madre así. Me recuesto, pero no puedo hacer nada, ese maldito dolor entre mis piernas no desaparece y no sé cómo hacer que desaparezca. Escuche una vez a los científicos sobre que algo helado lo quite, tal vez deba de ir a nadar un momento. ¿Me funcionara al igual que ellos?

Ahg, me quiero morir. 

-- Hijo, ¿estas bien? -- la voz de mi madre me sobresalta y me cubro rápidamente. Me pongo de costado dándole la espalda. 

La siento muy cerca de mí y eso me pone más nervioso, que lo vea será suficiente para que llame a mi padre y sea la situación más incomoda de mi vida. 

-- sí mamá, estoy bien. Solo un poco de frío, ya sabes, la adaptación a los vientos del océano y las temperaturas del agua. -- trato de hablar lo más tranquilo posible. 

Me muerdo uno de mis dedos tratando de no hacer un sonido raro cuando otra corriente de dolor me recorre, maldita entrepierna. 

De todas las veces que pudo haber aparecido, decide aparecer cuando estamos en un territorio desconocido y que para nada me siento cómodo, quiero a mi abuela. A ella si le tuviese la confianza absoluta de decirle sobre esto, siento que tengo mucha más confianza con ella absolutamente. Siempre fue mi consejera. 

-- ¿Quieres que te lleve con la Tsahik? -- pone su mano en mi hombro y me tenso. No me toques ma. 

Niego con la cabeza y escuchamos como mi padre la llama -- Ma' jake, nuestro hijo no se siente bien -- contesta con voz alzada y yo solo pienso en que me convertiré mierda, mierda.