Aokigahara: El bosque del suicidio

~Motivos para seguir~

Me desperté y observé que Ariana seguía dormida, su hermoso rostro hacía resaltar el paisaje que ya era hermoso por si solo, sus mejillas rosadas retocaban el color del cielo rojizo de la tarde, decidí despertarla para seguir con el día, lo hice de la mejor manera que pude, con muchos besos y cariño. Siento que me enamoro mas yo que ella, siento que las ganas de protegerla se acrecentan, y el deseo de salir del bosque se mantiene por el amor y dedicación hacía ella, el amor de mi vida.

Ya despierta decidí hablarle sobre el horrible sueño que tuve, el que me hizo dormir, el cual nos estuvo a punto de costar la vida, al terminarlo le pedí su opinión, quería saber que pensaba ella en cuanto a eso. A lo que ella muy nerviosa y asustada me dijo:
-Amor, espero que no te molestes, pero debo decirte que tengo dos meses y medio de embarazo, espero un bebé tuyo.

No pude evitar sentir una gran molestia, ¿como pudo ocultarme eso? De haberlo sabido nunca la hubiese llevado a un lugar tan peligroso, ahora que lo pienso "nunca debí traerla para acá, con o sin bebé éste ha sido el peor error de mi errada vida". Pero ahora estaba cuidando dos vidas, ya desde hace dos meses lo hacía, ya era padre, y debía hacer algo para sacarnos de ahí, entre los sentimientos de pena, remordimiento, emoción, molestia, y felicidad. Logré articular una frase:
-Esto es inesperado, pero gracias, me acabas de dar otro perfecto motivo para sacarnos de aquí con vida, así que prepárate porque nos iremos y tendremos una gran historia por contarle a ese bebé.
La abracé con mucha fuerza, sentía como el momento se hacía perfecto, era indescriptible esa sensación, creo que superamos la felicidad divina, tanto fue que no pudimos aguantar e hicimos el amor ahí a la luz de las estrellas y la luna resplandeciente, cumplimos nuestro sueño, tendríamos un bebé, ahora debíamos salir con vida de ahí, así que esperamos a que saliera el sol, para poder partir de nuevo. No todo era felicidad, ya que nos tocaba adentrarnos en el infierno de nuevo...