𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐀𝐍𝐂𝐄 - 𝐊𝐀𝐈 𝐏𝐀𝐑𝐊𝐄𝐑 - 𝐓𝐑𝐀𝐃𝐔𝐂𝐂𝐈𝐎𝐍

TWENTY ONE

Capítulo 21 – Reunión

Actualmente, Lorna está sentada en su cama junto al inconsciente Kai, quien está acostado pacíficamente en la cama.

Ella mira fijamente sus hermosos rasgos y lo siguiente que sabe es que está jugando con su cabello desordenado y despeinado de color marrón oscuro. Ella pasa los dedos hacia abajo, tocando su rostro y se detiene en sus labios besables. Es entonces cuando sus labios empiezan a arder en el deseo de besarlo. Maldita sea, sus hormonas. No volverás a tener esta oportunidad, Lorna. ¡Bésalo! ¡Bésalo! No es un crimen besar a un demonio guapo e inconsciente y de todos modos él no se enterará de este beso.

Decidiendo escuchar su corazón, se inclina hacia adelante y besa sus labios. Él no responde al beso porque está inconsciente, pero aún así... Ella se siente muy bien.

Desea poder rasgarle la camisa y... ¡No! Ella no desea nada. El autocontrol es importante aquí.

Él comienza a moverse, dándole la señal de que debe dejar de besar obsesionadamente. Ella usa su velocidad de vampiro y salta de la cama y rápidamente se desordena el cabello y el vestido, antes de cruzarse de brazos.

Abre lentamente los ojos y se sienta en la cama, observando el fondo desconocido que lo rodea. Sus ojos se detienen en ella con una expresión ilegible.

Su corazón todavía late dentro de ella, pero se las arregla para parecer enojada. Ella estaba enojada con él por última vez, ¿verdad? No se lo dejes saber, Lori. Mantén la mayor calma posible. –¿Estás bien?

–Sí–. Él responde.

–Bien. Creo que ahora deberías volver a donde vives–. Ella dice, manteniendo su cara seria.

–No es como si tuviera una casa donde vivir–, murmura para sí mismo. –¿Podemos hablar?

–Ya terminé de hablar contigo, Kai. Ni siquiera quiero volver a ver tu cara. Solo vete, ¿de acuerdo?

Él suspira. –Gracias por cuidarme mientras estaba inconsciente.

–No hay problema. Tengo que volver a la fiesta así que... deberías irte ahora–. Ella afirma, señalando hacia la puerta.

Kai asiente y se lame los labios. Pero entonces, de repente parece que se da cuenta de algo. Levanta una ceja, se lame los labios lentamente como si sus labios supieran algo agradable. Él le lanza una mirada de complicidad, sonriendo levemente y observando su reacción.

¡Tonterías! Él sabe. ¿Pero cómo?

Traga saliva al recordar que se aplicó brillo de labios en la fiesta. ¡Cómo desea que alguien la mate ahora mismo!

–Me violaste mientras estaba noqueado. ¿No es así?– Él le sonríe.

–¡No!

–No mientas–. Él canta. –Sé a qué saben tus labios.