One Shots | MOMOLAND

017 [YeonYun] +18

ANTES DE LEER
El siguiente one shot tiene contenido sexual. Me gustaría que, si estos temas no son de tu agrado, pases de largo. Cualquier comentario fuera de lugar será eliminado.

Si no tienes problemas con ello, ¡disfruta la lectura!

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Salir de clóset.

No sonaba tan difícil, al menos no para Nayun. ¿Qué podía salir mal? Tenía el apoyo de sus amigas y de sus primos menores, solo faltaba el de sus padres. El apoyo más importante para ella.

Llevaba al menos dos años ocultandoles que era lesbiana, era momento de contarles la verdad.

Esa noche, Nayun había preparado una cena para los tres. Los señores Kim y su pequeña hija, reunidos por una razón "especial". Había pasado gran parte de la tarde cocinando, evitando quemar su hogar y procurando todo listo para la cena.

Sus padres eran una pareja ocupada, trabajaban la mayor parte del día. Nayun se quedaba la tarde entera completamente sola, cosa que tenía a su favor esa noche.

La pelirroja esperaba con ansias en su asiento en la mesa. Se había peinado y usaba un vestido casual pero ligeramente elegante. Tampoco lo consideraba una noche intensa o importante, pero tenía que ser especial.

-Nayun, cariño... ¿qué es esto?- cuestionó la señora Kim al entrar a la casa acompañada por su esposo, notando el agradable aroma de la comida recién preparada.

-Solo una pequeña cena- murmuró con una pequeña sonrisa, levantándose para servir la comida-. Siéntense, yo serviré esta vez.

La cena fue agradable. Sus padres elogiaron sus habilidades culinarias y ella se sintió bastante alagada por ello. Intentó dar su mejor esfuerzo.

Aunque el verdadero motivo de la cena se fue al diablo cuando los nervios la invadieron. Habían hablado varias cosas, pero no se atrevía a hablar, era como si su garganta se negara a hablar.

-¿Cielo, estás bien? Te quedaste muy callada- murmuró el señor Kim, fijando su mirada en el rostro de su hija.

Nayun tragó. Sintió como la bebida resbalaba por su garganta y seguía su camino hasta llegar a su estómago.

Era momento de hablar.

La pelirroja suspiró y después, subió su mirada hasta ambos.

-Mamá, papá... hice la cena porque quería contarles algo importante- ambos padres asintieron, dándole a entender que podía continuar y contarles todo -. Me gustan... yo, eh... Soy lesbiana.

Pero eso solo empeoró las cosas.

¿Cómo iba a saber que sus padres eran homofóbicos?

Apartir de ese momento la casa se llenó de gritos, su madre incluso había empezado a llorar.

¿Cómo un pequeño gusto podía causar tal desastre?

Siempre tuvo unos padres comprensivos, la apoyaban en todo, casi todo y siempre estaban de su lado. Ni siquiera ella iba a poder imaginar que ambos se volvieron locos con apenas seis palabras.

Su padre había comenzado a gritar que estaba loca, escupiendo con odio que eso era una decepción para la familia, que estaba arruinando su vida con algo así y que estaba cometiendo un grave pecado. Por su parte, su madre lloraba en una esquina de la cocina, preguntándose ella misma que había hecho mal para que su hija acabara así.

Nayun mentiría si dijera que no le dolió ver que no podían aceptar algo tan insignificante y pequeño. ¿Qué mal estaba haciendo solo por amar? No lo sabía y quizá no tendría la respuesta.