Después de casarse en circunstancias inesperadas lo que más desea Daisy Brandley es ganarse el corazón de su esposo; John Bertham. Lo ha amado y observado en secreto desde que lo conoció y ahora lo que más anhela es ser feliz a su lado. Pronto se da...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Daisy
Mientras Eline hacia su trabajo peinándola revisaba las cartas que le habían llegado, siempre se escribía con Amelie, pues ella estaba en el condado de Derbyshire, la veía muy poco, pero cuando se encontraban los días pasaban volando.
Abrió su carta.
"Querida Daisy, siento informarte que no estaré presente para las primeras semanas de la temporada, he tenido complicaciones con Adley, ha cogido un resfriado, y no podemos viajar hasta que se mejore, siento haber informado sobre mi inasistencia de repente, pero ha sido una situación imprevista, espero verte pronto".
Atentamente, tu querida amiga, Amelie.
Era corto y breve, no iniciaría la temporada con su mejor amiga, pero lo entendía y le preocupaba que algo le pasase a Adley, así que era la mejor decisión quedarse hasta que se recupere. Cuando nació Adley trajo alegría a la familia Bertham, igual ella lo quería un montón, ya deseaba cargarlo y tenerlo en sus brazos, a pesar de ser un bebe cotizado, siempre tuvo el privilegio de tenerlo más tiempo para ella. Quería a su familia política, se llevaba muy bien con todos, esa era otras de las razones por la que no quería separarse de John, su familia, compartir lazos le encantaba, la querían y siempre mostraban su afecto y pesar de no darles otro nieto, nunca le preguntaron sobre lo que pasaba exactamente.
—¿Puedes pasarme tinta? —Preguntó. Eline se apresuro a buscar y no tardó mucho en dársela. Luego continuo con su peinado.
"Querida Amelie, siento mucho que Adley haya enfermado, de corazón deseo que mejore, para poder volver a abrazarlo y jugar junto a él. Y no te preocupes por mí, comprendo la situación, espero verte Pronto."
Tu querida amiga, Daisy.
Cuando terminó sello la carta para enviársela.
—Esta lista. — Pronuncio Eline al terminar con el peinado. Se observo en el espejo, y estaba increíble, sin duda era magnifico.
—Eres una artista. —Alagó. Eline sonrió.
—Ahora el vestido. —Dijo, era lo último que faltaba, observo por la ventana y se dio cuenta que ya había llegado la noche. Eline se aproximo y vio el vestido, un tono verde oscuro, con diseños dorados en la parte superior. Eline le ayudo a colocárselo y ajustar el corse.
—Está mucho más delgada. —Le dijo mientras ajustaba. Ella no había notado si había bajado de peso, pero al parecer había perdido algunos kilos, porque el corse que antes le quedaba más ajustado, ahora no tenía mucho que ajustar. Al terminar vio su cintura, era diminuta, nunca antes se había visto de esa forma.
—Puede que tengas razón. —Respondió. Se acerco a la mesita y tomo la carta. —Por favor deja esto en el correo. —Eline asintió y se marchó. De repente escucho la puerta sonar, su corazón inconscientemente se agito. ¿Sería él? Trago saliva y se aproximo a la ventana. Era el carruaje que los llevaría a la velada. Había venido por ella. Respiro profundamente antes de bajar, cuando se sintió lista salió de su cuarto.
