𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐒𝐎𝐔𝐋 || TWD FANFIC

𝟘𝟠

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Without direction.....
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— ¡NO!

— ¡PAPI!

Hershel....se ha ido.

Con lágrimas en mis ojos, con mi corazón y pecho destrozados comienzo a disparar enfurecida al gobernador y su gente.

Por la mira de mi arma observo cómo el gobernador se toma adolorido el brazo gracias a un disparo, pero me importa poco y disparo en su pierna.

A toda su gente, sin excepción.....

— Hay que irnos....— Escuchó a un lado, pero ignoro y continuó disparando.— ¡MAXI!

— ¡NO!.— Digo enfurecida volteando a ver a James rápidamente.— No quiero que nadie quede vivo, ¿entiendes? ¡NADIE!

— ¡No me importa lo que quieras!.— Me dice tomándome bruscamente del brazo alejándome de la reja.

— ¡No!.— Me suelto de su agarre, pero antes de que vuelva a disparar observó como el tanque derriba la reja.— ¡Carajo! ¡Carl! ¡Daryl!

Llamó a ambos hombres y estos se alejan de la reja siguiéndome rápidamente para tratar de cubrirnos de los disparos.

Me quedo detrás de unas maderas junto a Carl y James mientras siento mi corazón latir rápidamente al no ver a Daryl junto a nosotros.

— Ambos tienen que ir al autobús.— Ordenó a Carl y James y estos me ven alarmados.

— Ni lo sueñes/ ¿Estás loca?.— Dicen ambos chicos al unísono y exhalo cansada.

— Tengo que buscar a Daryl.— Digo sería decidida en dejar el lugar, pero me toman fuerte del brazo.

— No te dejaré hacer semejante estupidez.— Me dice enojado James y suspiro.— El sabrá cuidarse solo.

— ¡No puedo dejarlo solo!.— Digo sería y el chico me toma por los hombros.

— ¡El podrá solo!.— Me dice serio.— Ahora tu y Carl vayan al autobús, ¿de acuerdo? Yo iré a buscar a Daryl.

Doy un beso a James en la mejilla y tomó a Carl de la mano para comenzar a correr hacia el pabellón C.

— ¿A donde vamos?.— Cuestiona Carl y trago grueso sin dejar de correr.

— Por Judith.— Me limitó a responder mientras ambos entramos al pabellón, pero siento mi alma dejar mi cuerpo al no encontrar a las niñas Samuels con Judd en la celda.— ¡No, no, no!

— ¡Aquí no hay nadie! Tenemos que irnos.

Me dice Carl y maldigo comenzando a correr de nuevo hacia fuera del pabellón, pero unos gritos en los pasillos hacen que me detenga.

— Ve al autobús.— Ordenó a Carl y este niega.— ¡No voy a discutir contigo! ¡Irás y punto!

— ¡No voy a dejarte sola!.— Me enfrenta el chico y sonrió triste tomando al pequeño del rostro.