INICIO DE ARCO-Capítulo 1: ¡Cambios indispensables!

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¡Aquí me presento con un nuevo capítulo!

Bueno, como fueron dos actualizaciones seguidas, sinceramente no tengo nada que agregar.

¡Espero que puedas disfrutar este capítulo!

La salida de la Academia Fujimi se convirtió en un bullicio controlado a medida que los alumnos abandonaban la institución entre diferentes charlas y risas.

Ajeno a todo esto, Takashi se dirigió en silencio entre toda la multitud. Su cuerpo estaba perfectamente cubierto gracias a la larga chamarra de cuero que habitualmente llevaba, aunque la capucha de su sudadera también ayudaba a ocultar mejor su rostro de toda la multitud.

Había dos maneras de sobrevivir en esta academia de mocosos malcriados sin que te molestaran.

Una de ellas era pasar completamente desapercibido y camuflarse entre la multitud o simplemente ocultarse. Algo que Takashi sabía hacer muy bien.

Sus pasos lentos y silenciosos reflejaban a la perfección su rostro sombreado, siendo completamente imposible saber que o en quien estaba pensando. Esa duda pareció responderse de una manera muy discreta cuando el adolescente captó como un hermoso cabello morado se esfumaba por detrás de la puerta enrejada, haciendo que se detuviera por un corto segundo.

"¡WWOOAAHH!"

Ese momento de reflexión fue cortado de raíz cuando escuchó un grito, y el sonido característico de cosas derrumbándose lo siguió poco después.

Takashi volteó su rostro en silencio, observando como una mochila y una figura yacía tirada en el suelo.

"¿Por qué no vez mejor por donde caminas, gordo idiota? ¿Acaso la grasa está afectando a tu visión también?" La voz retorcida y realmente molesta no se hizo esperar, y Takashi supo de inmediato de quien había sido la culpa de que esa persona se haya tropezado.

"Lo-lo siento, Eiji..." El gordito se disculpó como pudo cuando volvió a colocarse los lentes, ganándose una carcajada por parte del rubio alto y fornido.

"La próxima vez ten más cuidado, Hirano Kohta." Las palabras de Eiji sonaron relajadas, pero era evidente que, si no te insultaba, entonces buscaría otra manera de molestarte.

Eso se probó prácticamente al instante cuando el rubio oxigenado pateó la mochila para mandarla lejos, obligando al pobre Kohta a arrastrarse por el suelo para poder recuperarla.

Si...

Desafortunadamente, no todas las personas podían pasar desapercibidas como Takashi, ya que el físico marcaba una gran diferencia.

Después de todo, no sería una exageración pensar que ese alumno que se apellidaba Hirano era el único con problemas de peso en la Academia, omitiendo a ciertos profesores.

De hecho, ahora que lo pensaba, Takashi encontró curioso el factor de encontrar a una persona peor que él en esta Academia tan prestigiosa.

Eso solo significaba una cosa...

"¡Eiji-kun!" El grito de las hermanas Mitakashi obligó que Takashi dejara sus conclusiones para otro momento.

El adolescente se llevó ambas manos a la capucha para ajustarla aún más, asegurándose que Eiji ni las gemelas descubrieran quien era en realidad.

Takashi avanzó, restando importancia a la conversación que esos tres habían iniciado, ya que tenía un objetivo importante en mente, por lo que no tardó en salir de la Academia a pasos apresurados.

Pero antes de enfocarse por completo en dicho objetivo, sus ojos se dirigieron una última vez a ese hermoso cabello morado solitario que ya se encontraba en la esquina opuesta a la que él debía dirigirse.

La nueva promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora