Capítulo 5

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—Bueno, grandulón.

Dylan apoya los brazos sobre la ventana del auto de Ryan tras haberlo llevado hasta su casa.

—Gracias por evitar que vaya a la cárcel si mi intento de matar a Lance hubiera tenido éxito, el helado y haberme traído, lamento que ahora estés condenado a pasar el resto de tus días a mi lado.

—No es un castigo, es un placer tener que cuidar de ti, así tendré la oportunidad de conocer más a "Dylan, el terrible".

—Eso será un reto difícil para tí, lobito—Dylan frunce los labios en señal de lástima, suelta una risita al escuchar el apodo que le dieron cuando cumplió dieciséis.

—Me gustan los retos, no me rindo tan fácil.

Ryan saca un poco su cabeza hacia la ventana, sonriendo, los ojos avellana adquieren un tono dorado por un instante, recuperando el color original, una muestra de que acepta participar en la nueva misión.

—Por cierto, gracias por darme tu número, estaremos en contacto.

—Déjame adivinar—Dylan se lleva una mano a la barbilla—, si Lance aparece para vengarse todo lo que debo hacer es enviarte un mensaje y aparecerás para salvarme.

—O si necesitas alguien con quien hablar, ir a comer helado...estaré disponible siempre para tí. Puedo ser muchas cosas, ser tu caballero es una de ellas.

«Un caballero de brillante pelaje». Piensa Dylan de manera irónica, preguntándose cómo se verá Ryan en forma de lobo, prefiere guardarse las ganas de verlo transformarse, es lo suficientemente orgulloso como para pedir algo así.

—Bien, nos vemos, diviértete aullando a la luna—Dylan se da la vuelta para ir a su casa, hasta que se le ocurre una idea, volviendo con Ryan—, ¿me haces un favor?

—Claro—Ryan asiente, interesado por saber—, el que sea.

—¿Puedes pasar por la casa de Lance, soplar, soplar y soplar hasta derribarla? Te prometo que no le diré a nadie.

Ryan suelta una carcajada, al igual que Dylan, cualquier licántropo se enojaría por aquel chiste o al menos lo ignoraría, eso era lo que esperaba el joven brujo, le pareció un poco extraño que lo haya tomado de la mejor manera.

—Eres un chico tremendo, Dylan MacNamara...nos vemos mañana.

—Adiós, grandulón.

Tras despedirse, Ryan condujo lejos del vecindario, Dylan entró a casa, encontrándose con el silencio, dándose cuenta que ninguno de sus hermanos estaba presente, lo que representó un gran alivio, pues no quería escuchar a Theo regañándolo, pues asume que ya está enterado de lo que pasó con Lance Parker.

—Bueno, ahora podré trabajar en paz.

Dylan va hacia su cuarto, donde está su laboratorio de pociones, se sienta y agarra el recipiente que contiene el líquido anaranjado que salió tras su último experimento, puede que no tenga magia pero no es necesaria a menos que deba recurrir a algún encantamiento para aumentar su potencia.

Todo lo que tiene que hacer es mezclar los ingredientes.

—Que empiece la diversión. 


***


Ya en la noche, Theo se encontraba cocinando espaguetis con albóndigas mientras que el brujo menor ayudaba preparando té helado de sabor a limón.

En un momento de distracción, vierte la poción anaranjada en el vaso que le corresponde a Theo, ambos se sientan en la mesa tras servirse, Dylan estuvo a punto de llevarse una porción de espaguetis a la boca cuando la voz del primogénito se lo impidió.

Los MacNamara y La Cofradía SacrilegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora