El Adios de Bronce 2L

⚔️CAPÍTULO 14⚔️

DAMON RICCI

Nathaniel y Xander habían pasado más de tres días colgados a base de golpes propinados por Nicole mientras se divertía con sonrisas falsas con el otro rubio que no perdió tiempo en coquetearle a como diera lugar ignorando el lugar y las personas que estuvieran a su alrededor.

En este momento era espectador de una nefasta copia de La Bella y la bestia, todos tenemos en claro quien es la bestia infernal que habitaba en una elegante castillo de barrotes altos que le impedía a los demás acercarse a él, deseaba que siempre haya sido así pero lastimosamente tenía que cerrar mi boca con respecto a las relaciones que tenía mi jefa con sus subordinados.

Aunque tampoco era que me importaba mucho con quien compartiera cama de vez en cuando.

-Damon- gritó una voz conocida por mis oídos logrando que volviera la mirada hacía Nicole que se encontraba a mi lado esperando las notas en los exámenes.

La ignoré mientras le pasaba los papeles que ella necesitaba, el olor a sangre se hacía insoportable como toda su pura existencia pero llegó a un punto donde el hedor más la peligrosa cercanía de ella se hicieron espantosas para soportar por lo que con todas mis fuerzas me levanté de mi asiento al mismo tiempo que ella se giraba ante mí dejando un casto espacio que se veía interrumpido por nuestras respiraciones.

Sobrepasaba su estatura mientras sus ojos iban desde mi pecho hasta mis ojos que le devolvían el mismo desinterés que ella tenía hacia mí.

-¿Sucede algo?- interrogó con algo extraño en su voz.

De inmediato lo supe logrando que me sintiera imbécil por pensar que esa cabeza hueca pudiera tener sentimientos normales, era una maldita chantajista que hacía rodar a todos a su alrededor con tal de montar un gran espectáculo donde ella era la protagonista.

-No te hagas la inocente conmigo Nicole, ¿A dónde quieres llegar?- interrogue observando sus ojos.

Ambos intentaban sucumbir en mi una especie de batalla que no lograría ganar, no sería la primera vez que intentan llegar más arriba pasando por mi cama, podía ser un hombre que en ocasiones se dejaba llevar por sus instintos pero no eran tan idiota como para sobreponer una mujer ante mí trabajo.

Eso se lo dejaba a Luke.

La heredera me observó con seriedad mientras sus delicados dedos paseaban por mi hombro mientras sus ojos no dejaban los míos, buscaban que el sentimiento fuera mutuo pero le deseaba suerte que lo encontrará ya que dentro de mí no existía algo que tuviera relacionado con ella o eso era lo que deseaba pensar antes de caer en sus hechizos.

-¿Por qué te resistes a mí Damon?- preguntó con coquetería.

Me reí en su cara al momento que le sostenía la muñeca entre mis dedos con la mirada fija en ella por unos instantes hasta que escuché cómo algo se rompía a unos metros de distancia de nosotros, levanté la mirada hacía el lugar donde se había escuchado tal ruido, en minutos visualice el rostro desfigurado de Luke que simplemente miraba como mi mano se enganchaba a la muñeca de su linda presa.

En un rápido movimiento torcí mi mano logrando que Nicole girará sobre su eje dejando su brazo detrás de su espalda mientras el Soldado me observaba a los ojos, Luke sabía perfectamente que no le haría daño como él pensaba en hacerle ya que Turner nunca fue un hombre de sentimientos coherentes, lo suyo era obsesionarse con equis persona para luego hacerla desaparecer en cuestión de días si es que tenía esa suerte y no terminaba muerta clavada en alguna pared discreta de la casa donde él residía en el momento dado.

Pero a comparación de Nicole, Luke era un simple idiota que no sabía los alcances de esa pelirroja y si fue ella quien lo busco haciendo que quedara loco por ella significaba que Vitale sabía jugar con muy buenas cartas.