I'm gonna hate you, my love

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La primera vez que Jimin vió a Jungkook fué extrañamente en el salón de limpieza de su secundaria. Ambos habían sido enviados por el director a cumplir un castigo simple junto a algunos alumnos más al llegar fuera de la hora indicada.

Ese día ambos sólo se miraron un par de veces e intercambiaron unas cuantas palabras antes de separarse cada uno a sus aulas.

Cualquiera que solamente los conociera de simple vista podría decir que ambos empezaron su amistad en ese salón cubierto de olor a lavanda y trapos sucios. Lamentablemente aunque ambos tenían en común la impuntualidad jamás compartieron si quiera una frase fuera de ese espacio.

Casi cuatro veranos pasaron para que luego de su graduación Jimin y Jungkook se reencontraran en una pequeña cafetería de Seúl.

Podrían pasar los años y Jungkook siempre recordaría como ambos fueron dejados plantados y saboteados ese mismo día y en el mismo lugar.

Él agradecía eso eternamente.

—¿Puedo sentarme?

Jungkook pudo sentir la mirada del chico escanear de arriba hacia abajo como preguntándose qué es lo que le pasaba al aún desconocido.

—¿Cómo es que no pregunta si estoy esperando a alguien?

Jungkook miró las dos tazas de té en la mesa sin cuidado.

—Perdón por ser imprudente.—Una corta sonrisa delineó sus labios.—Pero tienes cara de haber sido dejado.

Jimin frunció un poco el seño antes de sin querer darle la razón al quedar mudo.

—Así que pensé que dos chicos dejados de lado podrían hacerse compañía.—Jungkook no esperó a que le respondiera y se sentó frente a él con su bebida en mano.

—Eres un poco confianzudo ¿No te parece?

—Mmm...talvez sólo un poco Jimin...

Jimin lo miró nuevamente de reojo para luego levantar una ceja asintiendo.

—Buena memoria Jeon Jungkook.

Está vez Jimin le sonrió.

—Así que también me reconociste.—Jungkook se acomodó mejor en su asiento.—Es reconfortante encontrarme con un antiguo compañero de limpieza.

—See... Realmente te reconocí por los dientes de conejo.

El rostro de Jungkook se desfiguró en una mueca graciosa que hizo reir fuertemente a Jimin.

—No tengo dientes de conejo.—Le corrigió Jungkook a la par que su nariz y boca se iban hacia arriba formando un puchero digno de ser comparado con la mueca de un lindo conejito enojado.

Al menos eso pasó por la mente de Jimin.

—Como digas.—Respondió con simpleza.

Ambos se miraron con complicidad antes de tomar sus bebidas en un silencio que por alguna razón fue agradable para ambos.

—Asi que...—Jungkook habló primero.—¿Esperabas a alguien?

Jimin asintió a la par que levantaba su taza de la mesa con cuidado.

—Me canceló media hora después de haber llegado.—Dió un sorbo antes de seguir—De todas formas venía prácticamente obligado por mi madre. ¿Y tú?

Jungkook dió vueltas con la cañita a su bebida mientras hablaba.

—Pues mis amigos creyeron que sería buena idea jugarme una broma, supuestamente debía encontrarme con una linda rubia de labios abultados.—Jungkook está vez fijo su mirada en Jimin antes de seguir.—Aunque creo que después de todo no mintieron y si me encontré con un lindo rubiecito.

Hate You OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora