-Capítulo 10-

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Busqué a Chimuelo, intentando distraerme un poco sobre lo que acaba de pasar.

Encontré a Chimuelo escondido en su pequeño hogar que le había construido, sonreí al encontrarlo. Me acerqué a el y me agaché.

-Hola- susurré- No pasa nada, ni hay nadie- intenté tranquilizarlo, con cuidado acerqué mi mano hacia su cabeza para acariciarlo y, de alguna forma brindarle tranquilidad. El salió un poco de su escondite pero no me miraba, es como si estuviera apenado por lo que pasó- No fue tu culpa- le dije- Lamento haberte llevado ahí, de veras lo siento. Pero descuida, yo... yo conseguiré comida, y esta vez no tendrás que moverte hasta que te sanes- aseguré.

Abracé a Chimuelo, intentando hallar un poco de consuelo y tranquilidad. Respire varias veces. Chimuelo no hizo nada para alejarse.

-Tengo que irme, ¿te acuerdas de Jack y Rapunzel?- le pregunté separándome del abrazo y el asintió- Bueno, Jack me dijo que tenía que verlos en "La estrella dorada" pensaba preguntarle a la señorita Dumbroch pero descarté la idea así que tendré que preguntar... ¿quisieras acompañarme?- el me dio lengüetazos en la cara con su lengua.

Algo que me gustaba de Chimuelo es que entiende lo que digo y de alguna extraña manera me ayuda.

Me levanté del piso y cargué a mi amigo no quería que hiciera esfuerzos al no poder caminar. E hice lo mismo que hace dos días: conseguir dinero.

-Disculpe usted sabe donde se encuentra...- me acerqué a un señor bien vestido, le pregunté si sabia donde quedaba "La estrella dorada" pero solo se alejó de mi al verme.

Pasó una señora con un largo vestido amarillo y me acerqué a ella.

-Disculpe, señorita. Me podría decir donde...- me miró de pies a cabeza e hizo una cara de asco para alejarse.

No sabia porque se alejaban de mi, hasta que vi que no era a mi al que miraban, si no a Chimuelo. Estaba sucio y lastimado. La gente lo despreciaba y no tenía idea porque.

"-El mundo es oscuro, salvaje y egoísta. Y al mas fino rayo de sol y su alegría; los destruye."

Las palabras de Gothel sobre como veía ella el mundo vinieron a mi cabeza. Recuerdo que esa vez, mamá la regaño y me obligó a olvidar lo que me había dicho, diciéndome que el mundo no era malo, solo te ponía pruebas. Pero la verdad, nunca lo olvidé y creo que ella lo sabía. Gothel tenía razón, el mundo es cruel, no tienen corazón oh compasión. El mundo sigue siendo oscuro, no importa a donde valla, nunca seré bien recibido. Nunca me ayudarán. Nunca podré volver a ver a Jack y a Rapunzel.

Mericcup: PrisionerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora