-Capítulo 17-

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"-¿Crees que si sales de aquí, alguien te va a ayudar? ¿A ti? ¿Porque querían ayudar a un criminal? No eres nadie."

-¿Te gusta este?- me pregunta Mérida mostrándome unos pantalones café. Solo asiento sacándome de mis pensamientos. He estado recordando esas palabras durante todo el día- Creo que si te quedan... anda vamos a probártelos- me tomó de la mano y rápidamente me zafé de su agarre y la seguí por detrás.

Mérida me entregó la ropa, y me la probé. No me quedaba nada mal, de hecho sonrío. Era la sonrisa mas hermosa que había visto en mi vida, la suya y la de mi madre.

-¿Tienes dientes? Es la primera vez que te veo sonreír

-Fue un gas ¿okay?- se rió y yo imité su acción, su risa era bellísima podría estar oyéndola reír todo el día- ¿Y? ¿Te gusta? Te vez muy bien- me había puesto los pantalones cafés y una camisa de manga larga verde.

-Si.

-Bien, quítate ese y vamos a pagar.

Asentí y volví a los probadores para quitarme la ropa que íbamos a comprar y ponerme la que ella me dio.

Cuando Mérida pagó los pantalones y las camisas mi sonrisa se borró, volviendo a recordar sus palabras.

-Puedo... ¿puedo preguntarte algo?- pregunté mientras caminábamos hacia el hotel.

-Claro.

-¿Porque me ayudas?

-Porque, eres una personas que necesita ayuda. Estas perdido en este mundo.

-¿Me tienes lástima?

-No, solo curiosidad.

-¿Sobre que?

-Sobre ti.

No hablamos mas y seguimos caminado en silencio, una parte de mi estaba tranquila sabiendo que no me tenía lástima y que de verdad quería ayudarme.

Fuimos a nuestras habitación y me metí a bañar para después ponerme la nueva ropa. Adoro como se siente las gotas de agua caer por todo mi cuerpo, es una sensación estupenda, que te da tranquilidad.

Después de salir del baño Mérida se metió a bañar. Mientras salía le di algo de comer a Chimuelo y después jugué con el un rato.

-Eres un chico bueno- dije mientras acariciaba su cabeza el me lamió la cara como respuesta.

Mérida salió del baño con una camisa azul con cuadros blancos, unos jeans y teniss azules. Su cabello estaba mojado aun haciendo notar mas sus rulos naranja. Parecía que estaba viendo a un ángel. Ella volvió a reír.

-Cierra la boca o te entraran moscas- me dijo entre risas y eso hice. Me levanté del piso y me senté en la cama sin despegar mi vista de ella- Vamos a desayunar y seguimos.

-¿Vamos por pastel?- pregunte ilusionado.

-Algo mas fuerte que pastel.

Bajamos hacia un restaurante y comimos todo menos pastel.

Dejamos la habitación y el hotel y al
medio día ya estábamos nuevamente caminando por la ciudad. Veía a las personas en sus autos, las personas caminando o hablando por teléfono. El día era soleado, el cielo era azul, un lindo color azul mas fuerte que los ojos de Mérida, con algunas nubes blancas.

Mérida me llevó a una área donde había mucho pasto, al soltar a Chimuelo se revolcó en el. Era muy gracioso. Mérida me pidió que me acostara.

-¿Alguna vez has visto las formas de las nubes?- me dice mirando el cielo.

-No- contesto, mirándola a ella y después hacia el hermoso cielo.

-Así funciona- se acercó más a mi hasta rozar su hombro con el mío, me hice a un lado dejando una distancia algo tolerable- No muerdo Hiccup.

-¿Como funciona?- soltó un bufido.

-Las nubes tienen diferentes formas, animales personas, plantas, seres imaginarios, entre otros. Solo tienes que concéntrate y hallar su figura- me
explica y no se movió lo cual agradecí mucho- Por ejemplo: esa de ahí- señaló la nube izquierda- tiene forma de... conejo- me concentré mucho en hallar la forma del conejo.

-¿Que es un conejo?

Mérida se sorprendía la mayor parte del tiempo por mis preguntas, y ahora no era la excepción.

-Es un animal, es gordo, tiene orejas muy largas y una cola esponjada- señalaba las partes del conejo, y lo encontré.

-¡Oh! ¡Es hermoso!

-Tu turno, encuentra una figura en las nubes.

Me concentré mucho, viendo varias nubes y viendo que forma tenían. Entrecerré mis ojos para poder ver mejor.

-¡Un dragón!- señalé la quinta nube a la derecha.

-¿Que?

-¡Ahí!- volví a señalar la nube, era un hermoso dragón con enormes alas a los lados y una larga cola- ¡Lo vez! ¡Es un dragón!

-¿Sabes lo que es un dragón y no sabes que es un conejo?

-Mi mamá me contaba historias hacer a de dragones antes de dormir. Nunca he visto uno pero llevo mucho tiempo imaginándomelos.

-Dragones y vikingos- afirmó ella.

-¡Si! Eran mis historias preferidas- sonrío otra vez.

Mericcup: PrisionerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora