Relatos del Señor "Kan"- | 1er Recuerdo| -

... La Noche Triste...

Era casi de noche ese día, las ruedas seguían moviéndose en el Valle de Mexico, por esos momentos estaba cruzando Valladolid rumbo a Puebla del Sur, cerca de la costa del Pacífico, me encontraba regresando a mi vieja morada para volver a trabajar en mis cartas marítimas y rutas de comercio en la Nueva España.

No recuerdo bien lo que hacía en esos momentos, tal vez comer un poco de carne, leyendo un libro o incluso pensando mis próximos productos para llevar a la Ciudad de México, pero algo de lo que estoy seguro es de lo qué pasó llegando a las cercanías del "Reino de Mexico"...

Iba acompañado de 7 personas, los cuales a destacar se encontraba un soldado y el conductor de la misma carroza que nos transportaba, el movimiento del vehículo se había detenido en seco a menos de 1 kilómetro para pasar de Región a Región, pero no era nada más ni menos que un grupo de soldados quienes nos pidieron bajar y formarnos en fila para poder revisarnos, pero en lugar de ver nuestros equipajes, bolsillos o caras simplemente se limitaron a dar fuertes golpes en partes robustas del cuerpo, como piernas, dorso, espalda, brazos y en ocasiones cuello.

A donde van?- Pregunto el sargento del batallón al soldado que nos escoltaba- Vienen de donde?

Venimos de la Intendencia de Zacatecas señor- Respondió el uniformado- y vamos para Puebla la mayoría, solo que llevamos algo de prisa y...

Antes de poder continuar el Sargento calló con una fuerte orden a los oyentes- Deben de ir inmediatamente a Purechucho, no pueden seguir avanzando esta en la noche, los acompañarán 3 de mis hombres; MARCO, ANTONIO, ÁNGEL!!!- grito firmemente el Sargento mientras apuntaba con su mano izquierda a los hombres que había llamado.

Pero señor- Respondió temeroso el escolta- Estos rumbos ya los hemos recorrido Jaime y yo, por favor confíe en nosotros- Refiriéndose al conductor ambos comenzaron a afirmar con un movimiento sutil de cabezas, lo cual no pasó ni por gloria o pena a los ojos del Sargento, el cual se despidió de sus hombres con un firme apretón de manos- Deben de llegar antes de que se oculte el Sol, nosotros estaremos bien, vienen refuerzos de Morelia a apoyarnos- Comentó finalmente el líder mientras daba unas bolsas de municiones a los soldados

Al poco tiempo continuamos el camino, pero ahora íbamos a Purechucho, un pequeño pueblo de Valladolid el cuál y después de investigar supe que estaba siendo fortificado y usado como punto militar para las tropas de su majestad en la Intendencia, pero mientras comenzábamos a tomar camino me preguntaba al mismo tiempo que contemplaba el armamento, defensas y armas de los soldados que estaban en el retén ¿Que estaría pasando?, ¿Había pasado algo en el sur del "Reino de Mexico? O lo más importante ¿Cuál era el peligro que necesitaba tantas armas y hombres?...

Poco tiempo transcurrió desde la inspección militar en el camino podía ver a aquellos soldados tan feroces que mi padre me los relataba como "Soldados de Dios" estando realmente asustados, mirando de un lado a otro, quitando cada 2 minutos el seguro de sus mosquetes y en mayor medida pero voz baja rezando... Pero no había mas tiempo para hablar conmigo mismo ya que habíamos llegado

Marco, Antonio, Angel!, que gusto verlos aquí - Dijo un sargento el cual les daba un apretón de manos a los hombres - Vayan a las guarniciones y preparen algunas antorchas, yo me encargare de llevar a todos a sus lugares

Mientras terminaba de hablar el sargento pude ver con una vista rápida a todo el lugar que era verdaderamente un sitio reforzado a mas no poder, las trincheras tenían astas clavadas en sus fondos, los cañones tenían a sus lados municiones de recarga rápida, los soldados alrededor tenían 2 o 3 mosquetes a sus espaldas mas otras 2 pistolas en sus cinturas... Que estaba pasando?

Pero de pronto... - Vale, la mitad ira a la ciudadela y la otra mitad conmigo, Angel estará conmigo y pasaremos la noche a oscuras - Dijo el sargento mientras mis dudas volvían a surgir de mi mente, a oscuras??? quien necesita estar a oscuras en un pueblo armado para estar a salvo!!??, a lo cual y en un momento de valor mi boca expreso mis dudas al sargento y el solo respondió - Vaya a la posada de María, ahí estará bien...

... La noche había caído mientras mi vela seguía prendida por estar leyendo las cuentas de mis negocios, los cañones alrededor de pronto comenzaron a rugir, los disparos, la pólvora, las luces, los gritos y demás hacían de la escena que apareció deprende en algo mas que una masacre

QUE MIERDA PASA!!???- Grito un hombre que me acompañaba mientras intentaba abrirse paso entre la gente pero fue detenido en seco por el sargento quien dijo - Cállese!!! nos escucharán ...

Quienes? - Dijo el hombre, pero antes de tener una respuesta una bestia rompió a mas no poder una de las paredes, gritando y con sangre en su ocico, gritaba y gritaba sin parar

MATENLO!!! FUEGO!!! - Gritaban los soldados al rededor mientras que con fuerza me encerraba en un armario con una fina puerta de madera que cubría todo - SEÑOR TENGA, NO ES PARA ESO SINO PARA USTED!!! - Grito el sargento mientras me daba un arma y me terminaba de encerrar adentro del lugarcito 

Madre... Padre... ayúdenme... solo pensaba en eso...

. . .

Al día siguiente todo se había calmado, los gemidos y auxilios de la gente era lo único que se escuchaba, aun estaba encerrado con la pistola apuntando a mi garganta hasta que un soldado abrió la puerta y lentamente me quito el arma de su sitio y ya guardaba en su cintura - Tenemos uno!!! - Grito mientras un doctor venia corriendo a verme - Que paso?... era lo único que podía decir

Señor... fue la "Bestia"... dijo el soldado mientras se iba...

Al poco tiempo me había subido a otra carreta rumbo a mi hogar... la ciudad estaba casi destruida, los hombres recargaban armas antes de atenderse medicamente y la palabra "Bestia" seguía en mi mente y aun y con un soborno de 10 reales para no hablar de ello... sigo con un arma debajo de mi almohada...