24

9 2 0
                                    

Quiero llorar.

Me siento un estúpido juego para todo el estúpido mundo.

Claro; si lloro, da risa.

Si me enojo, da risa.

Si me alegro, da risa.

Si me apeno, da risa.

Si me muero, también dará risa, supongo.

Bien, ojalá que me les dé risa que nunca más les vuelva a responder sus mensajes, sus llamadas, sus peticiones y ni que les vuelva a mirar.


Todo el mundo se puede ir al demonio.

Estoy cansada de ser una estúpida broma como siempre.

Broma, broma, broma, broma, broma... Estúpidas bromas.

¿Quién soy? Una broma.

¿Cómo me llamo? Una broma.

¿Cómo me siento? Una broma.

¿Cómo me visto? Una broma.

¿Qué hago? Una broma.

Mañana me iré y una más apareceré porque moriré más pronto de lo que creen... Ah, sí. Una simple broma.


Ja, ja, ja. Broma, todo una broma.

Ja, ja, ja. Me voy a reír en sus caras cuando algún día se sientan como yo.

Ja, ja, ja. Lo anterior es tan falsa porque siempre gana mi parte tonta que cree que si ayuda a los demás será feliz.

Toda una estúpida broma.

Sin trasfondo alguno.© ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora