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Pov Sebatián

Los días se volvíeron mucho más agitados desde que estoy enseñandole a mi amo a ser lo que el llama:autosuficiente. Lo cual es muy dificíl contando que el no sabe absolutamente nada del mundo exterior.
-¿A donde vas Sebastián?- Mierda. Pense en ese momento. No quería que Ciel salíera junto a mi de compras, porque en el camino hacía el supermercado habían varías tiendas de dulces, y no me gustaría tener que llevar a mi amo a un dentista. Quizas le da algo al ver tantos aparatos. Y no quiero eso.
-Iba de salída joven amo.- Intente sonar lo más natural posible, lastima que ese niño ya me conoce bien.
-Se que vas de compras. Quiero ir contigo, no te estoy preguntando.-Volteo en dirección a la puerta de salída.-Vamos Michaelis.-Últimamente se refiere a mi por mi apellido,no es que me moleste. Es solo que siento que esta más cortante y serío cada vez que me llama así.
-Espere joven amo.-lo detuve antes de que de un paso a la salída. El me miró confundido.-Prímero debemos de cambiarnos,hoy en día es un poco extraño ver a gente con este tipo de atuendo a no ser que sean cosplayers.- Me percate que al escuchar esa última palabra Ciel me miró confundido, aun así no pregunto. Claro. Su orgullo ante todo.
-Bien joven amo,como usted no tiene ropa de hoy en día tenga esto.-le extendi una de mis camisas y un short corto cualquiera el cual no se vería por mí camisa que pasaría a ser suya. El me miró con desaprobación al notar lo corto que era el short.
-Sebastián,no creo que sea adecuado que un hombre salga a la calle con esto.- Yo reí para luego corregirlo recordandole que estamos en el siglo 23.
-Lamento informarle que no es así joven amo,hoy en día hay mucha diversidad en casí todo el mundo, por lo que quíere decír que tanto hombres como mujeres pueden pasear por las calles como les guste, aunque claro,hay algunas personas que no lo aprueban del todo.- Al mirarlo noto su mírada de confución aun más presente.
-Espera,¿eso quiere decír que un hombre puede tener una falda y nadíe le díra nada?-una pregunta inocente,tipica de mi bocchan.
-Lamentablemente no es así del todo Bocchan, hay personas,como dije,que no les agrada esa idea. Pero en cuanto a las generaciones proxímas, en efecto,no hay mucho problema con que un hombre tenga falda o que tenga una pareja de su mismo genero.-
La cara de sorpresa de mi amo era fantastica,definitivamente se estaba perdíendo de mucho.
-Bien,supongo que usted se querra vestirse solo así que lo dejo mientras yo me ire a vestir.
Dicho esto salí sin ver a Ciel a los ojos para dirijirme a mi respectiva habitación la cual estaba a un paso de la habitación de mi bochhan,eso era algo relajante pars mi porque puedo estar más cerca de el,en caso de que el necesite algo solo tendria que llamarme sin la necesidad de gritar. Entre en la habitación y me diriji al armario y lo abrí,fue facio encontrar la remera que buscaba porque solo tenia cinco prendas las cuales tres eran los remplasos de mi atuendo de mayordomo por si el original se arrugase o manchase. Me vesti con algo simple;una remera mangas cortas negra y unos jeans largos azul marino con una zapatillas comunes. Luego de terminar salí de la habitación y me encontre a mi bochhan,supongo que era más sencillo vestirse para el. Pero al verlo mejor simplemente era hermoso,sus piernas al descubierto lo hacian ver adorable. Eso me encantaba.
-¿Tengo algo en la cara?-Me pregunto con un tono iritado mientras se cruzaba de brazos.
-Claro que no amo. Por cierto,se ve muy bien.- De hecho no queria decri eso,queria decirle lo tierno y de alguna forma sexy que se veia.
-Callate y vamonos.-
Obedeci a su orden y luego de tomar dinero extra salímos. Al principio Ciel comenzó a caminar por delante de mí pero a medida que avanzamos y la gente comenzaba a aparecer Ciel se refugiaba tras mi brazos aferrandose fuerte a el. Llegamos y el lugar no era tan grande,bueno,para mí porque esos dos simples pisos llenos de tiendas mareaban a mi niño, se le notaba.
-Hola pequeño,¿Como te llamas?-Pregunto amablemente una señora que caminaba al lado nuestro,detuve el paso y mire a Ciel el cual se puso nervioso y me miro sin saber que hacer.
-Dile como te llamas a la señora.-Le dije intentando sonar lo más normal posible,puesto a que a mi tambien me habia pasado que una que otra señora se me acercaba,tambien chicas de la secundaria pero ese no era el tema.
-Me,me llamo Ci-Ciel.-Le contesto avergonzado por su tartamudeo. La señora le brindo una sonrisa amable mientras metia la mano en su bolso y sacaba unos cuantos dulces de dulce de leche. Los favoritos de mi bochhan. La mirada de Ciel mostro un brillo de inocencia,eso me hizo sentir algo extraño,cosa que nunca senti antes.
-Toma hijo,son para tí.-Le extendio la mano la amable señora.-y dime,¿Cuantos años tienes?-Le volvio a preguntar mientras veia la pequeña mano de Ciel tomar los caramelos.
-Tengo catorce.-La mujer obrio levenmente los ojos y le sonrio con dulzura.
-Que afortunado que eres,pues pareces más joven y se ve que la pubertad no te ha ni tocado,tienes piel de porcelana.-
Ante el cumplido Cuel se sonrojo y agacho la mirada intentado con esa acción decirle gracias a la mujer. Esta acaricio levemente su mejilla y luego de hacer una revencia y saludarme con un leve apreton de manos se fue caminando despacio.
-Damelos.-Hable firme estirando mi mano contraria a la que el sostenia,el entendio a que me referia y suspiro enojado.
-No se vale me los dio a mí.-Berrincho con un puchero.
-Joven amo, deme esos dulces,luego se los devolvere. No quiero que su dentadura se estropee.-
Ciel practicamente me ignoro al ver a una pareja a lo lejos. Supuse que se preguntaba cosas como que se estarian diciendo o que edad tendrian.
-Sebastian,luego de hacer las compras quiero hablar contigo,y quiero que sea con toda tu sinceridad.
Eso no era lo que me esperaba,¿Que prodia decirme despues de haber visto a una pareja? No lo se. Tendria que descubrirlo.
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Luego de las compras llegamos a casa,el,sin decir nada,se fue a su habitación. Lo ignore y acomode todo. Sin previo aviso escuche su voz a lo lejos,un casi inescuchable 'Sebastián ven aquí', sin chistar subí.
Sin necesidad de tocar entre y lo vi ahí,tranquilamente sentado apoyando su cabeza en la cabecera de la cama con un libro en la manos.
-¿Desea algo amo?-De hecho,sabía a lo que llevaría pero preferia estar seguro a lo que me enfrentaría.
-Quiero que hablemos de lo que pasara y...,y-Su voz se iba bajando hasta quedar en un susurro mientras decia las ultimas palabras.-y hablar de mis sentimientos antes de que te vayas.-
Sentí como mi corazón inexistente se detenia y mi respiración se cortaba. No me imagina estar lejos de mi amo dejandolo solo.
-Bien.- susurre temiendobpor lo que seguíria despues de que me vaya de que haría el. O de que haría yo.
-Ven,sienta aquí junto a mí.-decía mientras daba unas leves palmadas a su lado.
Yo acate su orden y luego de sacarme las zapatillas me sente y lo mire,el no me correspondio la mirada.
-¿Tienes una idea de lo que haras cuando por fin te deje libre?-mire al frente dejando mi mente en blanco.
-No. No tengo idea de que voy a hacer sin usted a mi lado.-El me miro de reojo y mordío su mejilla interiór y luego...,luego sus ojos se cristalecieron,tapo su cara con una de sus manos y con la otra estiro la sabana que nos crubria para acostarse dandome la espalda y tapandose hasta la cabeza. Al no saber que hacer me acoste y lo abraze delicadamente por detras,escuche un sollozo escaparse de sus labios para darse vuelta aun debajo de las sabanas para abrazarme y acurrucarse en mi pecho.
-Sebastián.-Me llamo entre lagrimas.
-Dígame.-Le conteste en un susurro, esto me lastimaba,me lastimaba escucharlo llorar. Pero al mismo tiempo me siento tranquilo porque se que este llanto se lo a guardado por mucho tuempo,incluso cuando era humano,el nunca se expreso debilmente frente a nadie. Pero al tenerme solamente a mí y no tener a nadie quien lo reconociera yo era su unica "persona" de confianza.
-¿Alguna vez te preguntaste que hubiera sido de ellos?- Suspire algo triste sabiendo a que se refería.
-Si,lo pense.-
-¿Y que se te ocurre,pensaste en que ellos pudieron haber conseguido otro trabajo o que ella tuvo un matrimonio feliz?- Sentia su tristeza y angustia al darme cuenta que nisiquiera los llamaba por sus nombres.
-Si Ciel,me lo he preguntado cientos de veces. Estoy seguro que luego de pasar por el duelo ellos pudieron volver a sus vidas.-Mentía. Nisiquiera sabía que hubieran hecho o si pudíeron superar el duelo.
-Sebastian, antes de que te vayas creo que seria lo más justo esque yo te cumpla algo,ya sea dinero,aun creo que te sirva, o mujeres o algo. Lo que desees lo hare.-
Supongo que lo dijo para dejar de llorar y centrarse en algo, lastima que yo tenía muy bien en claro lo que queria.
-La verdad joven amo...,si quiero algo,pero,¿usted esta dipuesto a cumplirlo?-
El levanto las sabanas y me miro con esa tipica mirada de que ni repetira lo que dijo.
-Bien,entonces, deseo su cuerpo.

Reencribiendo la historia (Sebaciel)Where stories live. Discover now