The True Reality

Capítulo 8

Ava se despierta temprano en la mañana con su amiga Rocío durmiendo a su lado, quién tiene su brazo alrededor de la cintura de la chica.

Con cuidado, Ava se levanta de la cama y se dirige rápidamente al baño para alistarse.
Se siente avergonzada de ver a Rocío después de lo que pasó la noche anterior, incluso si solo se besaron y luego durmieron abrazadas como de costumbre.

—¿Qué hago ahora? —susurró Ava para si misma. —No puedo creer que esto haya pasado.

Ava se viste rápidamente y toma sus cosas. Sale de la habitación, baja las escaleras y cierra la puerta principal. Se apoya en la puerta, pensando en cómo evitar a Rocío al menos hasta el Chupi-stream de Ari.

«Tengo que encontrar una manera de evitarla por un tiempo. No puedo mirarla ahora», pensó Ava

La chica observa su auto y decide ir a un parque cercano para despejar su mente. Durante el trayecto, se pregunta si está exagerando al evitar a Rocío y si realmente necesita hacerlo.

—¿Debería simplemente hablar con ella y aclarar las cosas? —Ava se detuvo en un semáforo. —Dios mío, Ava, ¿por qué la besaste...?

☆☆☆

Ava llega al parque cercano y encuentra una gran roca debajo de un árbol gigante donde decide sentarse y reflexionar sobre su situación.

Mientras disfruta de la naturaleza y el ambiente tranquilo que la rodea, Ava se sumerge en sus pensamientos, tratando de encontrar una solución a su dilema emocional.

«No puedo seguir evitándola para siempre. Tengo que hablar con ella y aclarar las cosas. Pero, ¿cómo lo hago? ¿Qué le digo?»

Ava saca su teléfono y comienza a escribir un mensaje a Rocío, pero luego lo borra. Lo intenta de nuevo, pero sigue borrando el mensaje antes de enviarlo.

—Esto es más difícil de lo que pensé. —murmuró.

Ava cierra los ojos y respira profundamente, tratando de calmarse. Después de unos minutos, abre los ojos y ve a un anciano caminando hacia ella.

—Buenos días, joven. —El anciano le regaló una sonrisa. —¿Puedo sentarme aquí?

—Por supuesto, adelante.

El anciano se sienta a su lado y comienza a hablar con ella. Ava se sorprende al darse cuenta de que está disfrutando de la conversación y se siente más relajada.

—¿Qué te trae por aquí, joven?

—Solo necesitaba un poco de tiempo para pensar y despejar mi mente.

—Ah, entiendo. A veces, la naturaleza puede ser la mejor medicina para el alma.

—Sí, tienes razón. Espero que esto me ayude, por lo menos un poco. —Suspiró Ava.

—Es raro ver a una chica como tú en el parque en estos días. Pensé que todos los jóvenes de tu edad estarían en fiestas con alcohol.

—Bueno, en realidad tengo una fiesta de ese tipo, pero necesitaba aclarar mis dudas primero. —La chica rascó su nuca y sonrió apenada.

—Si quieres, puedo escucharte. A veces, hablar con alguien que no conoces bien puede ser útil.

Ava duda por un momento, pero finalmente decide hablar con el anciano.

—Bueno, es que estoy muy confundida. Mi amiga me beso y dijo que me quiere más allá de una amistad, pero no sé si siento lo mismo por ella.

—Oh, eso fue muy directo, pero entiendo. —Soltó una carcajada. —¿Tienes miedo de ser gay?