《One More Time 》-Carlando

You and Me-2

Carlos se las arreglo para caminar entre le gente y llegar hasta Lando. El británico lo miro por unos segundos para después apartar la mirada y seguir con su baile, sin arle mucha importancia a Carlos por completo. 

Carlos sintió una mezcla extraña de emociones dentro de el. Celos, deseo, cariño entre otras. Tomo a Lando de una muñeca y lo jalo hacia el, no tomo en cuenta que se podía lastimar al bajar tan rápido y tan agresivamente de la mesa. Lando, ya con sus pies es en suelo y con la mirada hacia abajo, podía sentir el calor de un español al para de sus latidos. 

Levanto la mirada y lo vio. La persona mas bella que sus ojos habían visto. Con sus profundos ojos color café y su perfume. Lando quiera restregarse sobre el como gata en celo y jadear mientras movía sus caderas contra el. Fue ahí cuando a Lando le cayo el 20 de que tenia deseo de tocar a Carlos. 

A los pocos segundos el español bajo la mirada haciendo que la suya y la de Lando chocaran y se mantuvieran unidas por unos minutos, pero que para ambos fueron siglos. Ambos se habían perdido en las miradas del otro. Es uno de esos momentos cuando los ojos tienen su propio idioma y nadie tiene que hacer o decir nada, es como si ambos pudieran leer la mente del otro. 

Ambos bloquearon el sonido de la música alta que se escuchaba por todas partes. Solo eran ellos dos en medio de gente desconocida, teniendo su propio momento de película.  

Solo dos miradas que se entendían perfectamente, gritando amor a toda costa. Y todo paso tan rápido. Fue como si sus labios encajaran perfectamente le uno con el otro. Como cuando pones la ultima pieza de un rompecabezas. Lando cerro sus puños y los puso contra el pecho de Carlos mientras este tenia su mano en el cabello de Lando, acariciando esos rizos que siempre le habían gustado. 

Las emociones de Lando al sentir los labios de Carlos presionando contras los suyos explotaron. ¡BUM! Fue como las emociones de Lando se sentían, como fuegos artificiales.  Ni de hablar de Carlos. Cuando vio ese brillo especial en los ojos del británico no dudo en poner su mano e ir por todo de una. Empujando sus labios fuertemente contras los de Lando; sintiendo satisfacción y placer el saber que sus labios encajaban perfectamente.

Cuando ambos se separaron del beso por causas de aire, ambos se miraron a los ojos y Carlos pudo ver una pequeña lagrima salir del ojo de Lando. 

Lando quería llorar, estar en su cuarto encarrado por los siguientes días culpándose por seguirle el beso a su mejor amigo de toda la vida. Se decía a si mismo que se alejara de Carlos pero no podía. Su calor, su manos alrededor de su pelo y cintura, su latidos... no podía. Solo se limito a abrazarlo y disfrutar la sensación. Sabia perfectamente que ese beso iba a cambiar muchas cosas y que nuca volvería ser lo mismo pero daría su vida por repetirlo una vez mas.  

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Ya era de mañana y Lando aun no podía creer que después de tantos años de ser amigo de Carlos nunca había notado lo atractivo que era. Su pecho, sus músculos, su cabello, su acento, sus labios...
Ni siquiera le había dicho a Charles que se habían besado ayer. No le planeaba decirle. Charles diría que hablara con Carlos y pedirle que se queden como amigos pero Lando no quería eso. Lando quería presentar a Carlos como su novio de ahora en adelante pero sabia que eso iba a costarle el mundo. 

Tendría que sacrificar años de amistad por algo que no sabe si va a durar. Le dio un sorbo a su café mientras revisaba sus mensajes. Carlos lo había bloqueado. ¿Porque? Se pregunto, de repente miles de escenarios aparecieron en su cabeza y no podía dejar de imaginarse como es que lo de anoche había dañado su amistad, si es que seguían siendo amigos. Termino su café y se subió al coche sin decirle a Charles a donde se dirigía. Lando condujo a toda velocidad al edificio de departamentos donde Carlos vivía. 

Llego en menos de 10 minutos.

Salió tan rápido de la casa de Charles que no se dio cuenta que la camisa que vestía era de  Max (Fewtrell.) 

-"Da igual" Dijo en voz baja. Se bajo del coche y para empeorar todo, Yuki y Pierre se encontraban en la puerta del edificio.

Aunque ellos eran buenos amigos no estaba de humor para explicarle porque tenia una blusa se Max y un pantalón de pijama con estampado navideño en pleno  octubre. 

-"Lando! Hola!" Dijo Yuki con una voz dulce  separándose de Pierre para ir con Lando.

-"Yuki... Hola..." Dijo, evitando hacer contacto visual con ellos.

-"Vienes a ver a Carlos? Pierre dice que a estado en su habitación desde hoy en la madrugada" Explico Yuki. Lando miro a Pierre quien por su cara quería que Yuki dejara de hablar porque si no lo hacia diría algo que no terminaría bien.

El francés tomo a Yuki de la manga de su sudadera y lo acerco hacia el, callando su boca sin filtro de un beso el cual Yuki sin ningún problema le siguió y se olvido que Lando los estaba viendo. Lando pensó que algún día, cuando Yuki termine con Pierre (ósea nunca), Lando se besaría con Carlos de esa manera enfrente de Yuki. Claro que eso lo haría un amigo de mierda pero...

-"Asco" Pensó el británico para después seguir caminando. 

Busco entre las conversaciones de el y Carlos el numero de habitación, 455. Ya que tenia el número camino por unos segundos y al estar frente de la puerta le entro un sensación como la de ayer por la noche. Cuando sabia que la iba  ajustar lo que pasaría pero pagaría un costo muy caro. 

Toco la puerta y espero... y espero hasta que escucho como unos pasos pesados y cansados  se acercaban a la puerta, tardo un poco en abrir la puerta. Lando supuso que fue porque tenia seguro. Cuando vio el pelo desordenado de Carlos, sin camisa y pantalones flojos y claro, sus lentes. Las hormonas de Lando se volvieron locas al ver a Carlos de esa manera.

-"Como carajos se ve tan bien descuidado?"  Se dijo a si mismo sin darse cuenta de que sus majillas se comenzaron a pintar color rojo.

-"Lando..?" Murmuro Carlos, intentando arreglar su cabello pero fue detenido por las manos de Lando quien tomo las manos de Carlos y las puso juntas para después alzarlas al aire y besarlo, cerrando la puerta con el pie detrás de el.