_______ Takeda es sobrina del maestro encargado del club de voleibol, una linda nena que siempre a acompañado a su tío al trabajo desde hace un año.
La pequeña conocerá a un equipo de doce chicos los cuales caerán rendidos ante la ternura de la meno...
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Un par de viejos amigos caminaban en dirección hacia el inmenso gimnasio.
Estaban ansiosos y emocionados por ver aquel último juego, no habían podido asistir a los demás y por esa razón querían estar ahí más que nada para ver al equipo ganador.
Mientras se dirigían hacia el interior, uno de ellos notó uno de los puestos y se detuvo, eso causó que los demás hicieran lo mismo.
—- ¿Qué sucede, porque te detienes? —- le cuestionó.
Con una sonrisa señaló lo que había visto.
—- ¿Qué tal si le llevamos un regalo?, después de tanto tiempo sin vernos, me gustaría llevarle un presente
—- Supongo que es buena idea, Suga —- Daichi dijo sonriendo a su amigo.
Sugawara adulto caminó hasta el puesto de flores que había visto con los otros siguiéndolo.
En dicho puesto, estaba un joven de tez morena y manchas por su piel, este en cuanto notó a los varones les sonrió.
—- Oh, pero que lindos, díganme, ¿cómo los puedo ayudar? —- les preguntó con una adorable sonrisa.
—- Deme el ramo más grande que tenga —- Koshi le pidió con una sonrisa de oreja a oreja.
Pero el pobre recibió un ligero golpe por parte de su amigo policía.
—- Tampoco exageres
—- Sabes que no le gustan las cosas en exceso —- Asahi le dijo está vez.
El joven solo sonreía con amabilidad mientras los observaba interactuar entre ellos, mientras que su pareja de este chico los fulminaba con la mirada.
El trio de amigos seguía discutiendo en qué clase de flores debería llevar.
[. . .]
Las jugadoras de ambos equipos entraron al gimnasio, reluciendo sus uniformes con sus números correspondientes.
El público se emocionaba de solo verlas, sabiendo lo que se avecinaba, tenían bastantes expectativas ante este partido.
¿Y como no?, si era la primera vez en mucho tiempo que el equipo femenino de voleibol del Karasuno llegaba a las nacionales.
Las chicas cuervo se preparaban para el partido esperado. Habían dado todo por estar ahí.
La entrenadora de acercó hasta ellas.
—- Muy bien señoritas, hemos llegado lejos, estoy orgullosa de ustedes, así que den lo mejor —- miró a su chica estrella y la más alta —- ¿(N), todo está bien?
La joven Takeda de ahora dieciocho años asintió a sus palabras.
Nuestra bella protagonista era una estudiante de tercer año en la preparatoria Karasuno.
