CAPITULO 25:

1.4K 125 5
                                    

Separarse nunca es fácil.

Y mucho menos si la persona con la que se rompieron esos lazos que una vez los unía se trataba de un hermano, pero en el fondo cuando las cosas simplemente no funcionaban lo mejor en algunos casos era alejarse. Para Arthur, cada paso que daba fuera del circuito significaba re afirmar su decisión aun cuando esperó con todo su corazón que Charles corriera en su búsqueda o que lo detuviera de irse.

Pero Charles jamás apareció.

Y eso fue un dolor que no creyó que le afectaría tanto.

Sin embargo, cuando la vida quita al mismo tiempo da, y el que caminara tan cabizbajo con su mochila al hombro y con los pasos pesados no paso desapercibido, por mas que para el equipo su partida repentina no fuera sorpresiva, deseó en el fondo que alguien se tomara el tiempo de  siquiera notar su ausencia, pero al ver que nadie se molestaba en pararlo, nadie hasta que un cuerpo corpulento no choco consigo provocando que callera de espaldas, aterrizando en su trasero.

—Oye, fíjate por donde caminas— dijo en reacción inmediata hasta que vio de quien se trataba

Los ojos azules de Max lo estaban viendo confundido.

Pocas veces había tenido la oportunidad de ver al menor de los Leclerc solo, siempre tenia a su molesto hermano mayor junto a él, lo entendía, después de todo el papel de Arthur en la vida de el monegasco era igual de importante que el de Victoria en la suya, pero al ver esos ojos claros rojos e hinchados, y el pequeño temblor en sus manos, supo que las cosas iban algo mal. Desde que conoció a los Leclerc, Arthur siempre fue el mas callado, recordaba que solía correr junto a su hermano, pero después de que los ojos se colocaron en Charles, solo recordaba verlo como el fiel acompañante, no lo odiaba, pero tampoco es como si fuera su mayor amigo.

Pero admitía que tenia su respeto, aguantar a Charles no debía ser cosa fácil.

Le ofreció su mano que a pesar de las dudas terminó aceptando para ayudarle a levantar, una vez de pie solo se vieron por unos segundos.

—Lo lamento— dijo sin mas el castaño — no me fije por donde caminaba

—No debes preocuparte, en verdad — contestó dejando la caida de lado — ¿Estas bien? 

—¿Por qué no lo estaría?— preguntó nerviosos jugueteando con sus manos — Todo esta de maravilla— su voz empezó a titilar

El rubio colocó una mano en el hombro del menor, su toque era cálido, casi familiar; hace mucho que no se permitía conversar tranquilamente con Max, no desde que llegaron a la formula uno... algo que jamás entendió.

—Ya sabes— levanto los hombros — lo mismo de siempre

—Si fuera lo mismo de siempre— comentó el rubio — tendrías a tu molesto hermano junto a ti pavoneándose como solo él sabe hacerlo

Una risita inocente se le escapó a ambos.

—Si bueno...Ya no estoy trabajando con Charles

Los ojos de Max se abrieron de par en par, casi como si le hubiera dicho que la formula uno no era un deporte o que los monoplazas corrían con orina de animal. Simplemente lo dejó atónito, de no creer...

—Mierda, eso si que no me lo esperaba— fue lo único que pudo decirle 

—Supongo que ya no tenemos los mismos objetivos— dijo sin mas — además, no quiero ser parte de la manera en la que piensa hacer las cosas para conseguir lo que quiere

—¿Hablas de Sophie?

—¿Lo sabes?

Casi como si la presencia de la castaña hubiera sido invocada apareció sonriente junto a la ultima persona que esperó ver en ese momento... Unos ojos igual o aun mas azules que los del neerlandés se clavaron en su figura, se sentía tan diminuto cuando la vio caminar hacia él, traía un bonito conjunto color celeste de chaqueta y pantalón corto que hacia juego con sus bonitos tacones blancos, mierda, era la chica mas hermosa que jamás pudo ver. Su enamoramiento con Victoria llego a ser casi que idílico hasta la adolescencia, cuando cumplió los quince supo que estaba enamorado, y a los dieciocho quiso invitarla a salir, pero justo en ese momento sus hermanos decidieron volverse enemigos, por lo que ni en sus mayores sueños llegó a pensar en algo posible con la rubia de cabellos cortos.

SPEDDY LOVE  | Max VerstappenWhere stories live. Discover now