Makoto siempre aspiró a ser un gran ninja sin pensar que ese sueño sería el desencadenante de un sin fin de actos completamente dolorosos para ella.
Y cuando volvió a toparse con aquella fría y oscura mirada, lo entendió todo. Él solo quería evitarl...
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Durante el camino Naruto volvía a comportarse extraño.
— Oiga, esa hermosa mujer a la que mencionó antes, ¿es Tsunade a la que estamos buscando?
— Oye nada mal niño, ¡eres muy listo! — sonrió
— Naruto, esa pregunta fue algo obvia ¿no crees? — miró de costado
— No seas así Makoto — se dirigía a Naruto — ¿Qué hay en tu cabeza? — le sonrió
— Bueno, usted dijo que ella es uno de los tres legendarios sannin, al igual que usted, ¿cierto sabio pervertido?
— Así es, vamos directo al grano — levantó su pulgar
— ¿Estudió con usted? — separó sus labios del asombro — ¿Cuantos años tiene? — preguntaron al mismo tiempo los dos. Aún con la duda, ambos se miraron, para luego mirarlo a él por su respuesta.
— Los mismos que yo — siguió con su sonrisa
"Es una ancestra, ¿se verá igual que Jiraiya?"
— ¿Y por cierto, como es esa tal Tsunade?
— Eres curioso — mirándola por unos segundos — veo que ambos lo son — ¿Qué les puedo decir? Por un lado es bastante grosera. Además, existe el factor de que es conocida por todos como apostadora empedernida — se puso delante de él
— Aguarde un momento, ¿le gusta apostar?
— ¡Oh! le encanta — respondió con una sonrisa
— Genial, entonces será pan comido encontrarla si es tan famosa como dice — Naruto comenzó a reír
— Ah sí que es famosa. Incluso puedes llamarla legendaria — dejándolos confundidos
— ¿Legendaria? — preguntó la pelinegra, a lo que él asintió
— Es un apodo que le colocaron — dejó de hablar por unos segundos — La legendaria... perdedora
La pequeña cayó al suelo de espaldas — Pero siendo la legendaria perdedora que dice ser, dudo mucho que sea fácil de encontrar.
— ¿Por qué dice eso? — preguntó ayudándola a levantarse
— ¿Entonces como haremos para encontrarla? — se limpió con las manos la ropa que se ensució
— Ella no es de las personas que envejecen con gracia, es probable que use algún jutsu para cubrir su apariencia. En realidad, tiene cincuenta años, pero estoy seguro que aparenta seguir en los veintes. — lo miró asombrada — Eso no es todo. El último rumor que me llego es que comienza a transformarse aleatoriamente desde la adolescencia a los treinta o los cuarenta con la finalidad de evadir a los prestamistas a los que les debe.
