Makoto siempre aspiró a ser un gran ninja sin pensar que ese sueño sería el desencadenante de un sin fin de actos completamente dolorosos para ella.
Y cuando volvió a toparse con aquella fría y oscura mirada, lo entendió todo. Él solo quería evitarl...
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[Hase]
Hace muchos años vivía en Nara, el príncipe Toyonari Fujiwara. Su esposa, una hermosa y noble mujer llamada Princesa Murasaki. Ellos habían sido casados cuando eran muy jóvenes, y habían vivido felices juntos. Ellos tenían un gran pesar porque no lograban tener un niño..
Decidieron hacer la peregrinación al Templo de Hase-no-Kwannon (Diosa de la Misericordia en Hase), el matrimonio permaneció ahí durante mucho tiempo, ofreciendo incienso diario y rezando a Kwannon para que les concediera el deseo.
Tiempo después su oración fue respondida, ambos tuvieron una hija a la que llamaron Princesa de Hase.
Cuando la niña tenía cinco años, su mamá cayó gravemente enferma, todos los esfuerzos médicos resultaron en vano, pero antes de morir, llamó a su hija y le dijo: "Hase, ¿sabes que tu madre no puede vivir más? Tranquila no te pongas triste por mí, se obediente con tu padre, y si vuelve a casarse, también has de serlo con su nueva mujer. Recuerda, cuando seas grande debes ser sumisa con los que son tus superiores y ser amable con todos los que están debajo de ti. No olvides esto. Muero con la esperanza de que seas una buena mujer, hija."
Hase le prometió hacer todo lo que le dijeran. La niña creció como su madre lo había deseado. Poco después el Príncipe Toyonari volvió a casarse de noble cuna llamada Princesa Terute, pero esta mujer tenía un corazón muy malvado, no amaba en absoluto a Hase y era muy cruel con ella.
La princesa Hase soportó toda la crueldad con paciencia e incluso atendió amablemente a su madrastra. La obedeció y nunca le dio problemas, tal y como se lo había prometido a su mamá.
Sus estudios favoritos eran la poesía y la música, pasaba horas practicando. Su padre el Príncipe le encontró al maestro más competente para enseñarle el Koto (arpa japonesa). Tocaba tan bien, que ella y su madrastra fueron convocadas para tocar en el palacio ante el emperador.
La princesa Terute fracasó en la presentación con su flauta y tuvo que salir muy avergonzada, eso hizo que se ponga furiosa con su hijastra porque ella si triunfó, por lo que deseó que desaparezca de sus vidas para siempre. Comenzó a tener la idea maliciosa de quitarle la vida a su hijastra.
La Princesa Terute pidió en secreto veneno y lo echó en una botella de vino dulce y se lo dio a su hijastra mientras ella jugaba con su hermanastro (el hijo que su padre había tenido con Terute).
— Miren les he traído un vino dulce como recompensa a bien que juegan juntos — decía con falsa amabilidad
Hase sin imaginar lo que su madrastra tramaba tomo una de las copas de vino y se la dió a su hermanastro.
El nerviosismo de la madrastra se hacía notorio porque dudaba qué copa era la que tenía el veneno. De repente el hermanastro comenzó a gritar fuertemente, su madre voló hacia él, pero nada pudo hacer ella, el niño murió en sus brazos. Por la época los médicos creyeron que el vino le había sentado mal causando una reacción mortal.
