.Capítulo 1.

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Recordaba el momento exacto en el que notó a Pomni, en el que la vio como algo más que "otra imbécil".

Recordaba el momento exacto en el que la imaginó entrando a su habitación pidiendo compañía en medio de la noche, para segundos después, tenerla debajo de él pidiendo por más.

Esa noche fue la primera en la que, incluso tras masturbarse en la madrugada, despertó con una erección. ¿Cómo era posible aquello?, no lo sabía, lo descubrió un día que, por pura curiosidad, intentó quitarse su mono y lo logró. Tenía genitales y no comprendía porqué, después de todo, Caine era muy cuidadoso con todo lo relacionado a ellos y sus cuerpos, no dejando que siquiera se pudieran quitar los guantes.

La primera vez que tocó su miembro, fue espectacular y se sintió tan... real.

Real y The Amazing Digital Circus no se usaban en una misma oración, mas ahora él lo hacía porque seguramente era el único que podía sentirse de ese modo.

O eso creía, hasta que supo el secreto de Pomni.

Fue un día en el que visitaron El Lago Digital, cuando todos le pidieron a Caine una aventura en el exterior, fuera de la carpa, a lo que éste les dijo que irían a pescar, de modo que alguno de ellos lograra encontrar "el tesoro del lago". Al principio, fue relajante; hasta que Jax empujó a Ragatha al agua, causando que ésta chocara con Pomni y ambas cayeran. La bufona salió bastante rápido, casi huyendo hasta unos arbustos algo alejados. El conejo, en un intento por molestarla diciéndole que le tenía miedo a estar limpia, se acercó y la vio quitándose el sombrero y los guantes que estaban empapados, y si bien eso ya era sorprendente, cuando la más baja se volteó de forma leve, Jax vio como sus pezones se marcaban en su traje, el cual se le pegaba más a la piel, si es que eso era posible.

El joven tragó saliva ante la vista, sintiendo unas inmensas ganas de acercarse y tocarla, mas se contuvo y volvió a su actitud normal, carraspeando y comenzando a acercarse con paso seguro.

—Vaya, vaya, la pequeña e inocente Pomni tiene un par de cosas que contar. —Se burló.

—¡¿Jax?! —la joven volteó del todo, asustada y con el rostro enrojecido, mientras trataba de ocultar su secreto y de volver a poner en su lugar las prendas que se había quitado. Todo esto, al querer hacerlo al mismo tiempo, no la hicieron tener éxito—. ¡No se lo digas a nadie!, ¡te juro que yo no quise esto y...!

—Tranquila, niña —la interrumpió rodando los ojos, fingiendo estar irritado—, no es tan malo y extraño como crees, no eres la única a la que le pasó.

—¿Qué quieres decir? —Bajó los brazos, olvidando por completo su pequeño problema—. Si no soy la única, es mucho peor. Si Caine se entera, no sé qué es capaz de hacer.

—Pues no lo sabrá —sonrió, teniendo una gran idea en mente y controlando sus impulsos al ver de cerca el pecho de la otra—. Verás, como dije, tú no eres la única con una falla. —Añadió antes de quitarse uno de sus guantes.

—¡¿Qué?!, ¡¿tú también?! Pero no podemos hacer eso, ¿por qué sólo tú y yo? —Estaba confundida, demasiado.

—En mi defensa, somos los más normales aquí y los únicos que podrían tener genitales. —Se cruzó de brazos y alzó una ceja.

—Espera... ¿También tienes...? —no lo dijo, pero sus ojos viajaron hasta la entrepierna de su compañero.

—Claro. ¿Por qué?, ¿acaso tienes curiosidad? —soltó antes de comenzar a reír al ver el rostro enrojecido de la bufona—. De todas formas, tu secreto está a salvo conmigo, pues si lo digo, significaría que también me quitarán este privilegio y eso es algo que no voy a permitir.

Little Secret || The Amazing Digital CircusWhere stories live. Discover now