¿Pueden los Jedi vestirse de naranja?

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Gracias, una vez más, por la respuesta excepcional al último capítulo. Sus comentarios son extremadamente útiles para asegurarme de que esta sea la mejor versión de la historia que puedo escribir.

Mucha gente se molestó porque Aurra y Pre Viszla escaparon al final del último capítulo. No esperaba un odio tan fuerte hacia ellos, pero aun así estoy contento. Son villanos odiosos y lo prometo, llegará su momento. Sin embargo, esto es Star Wars. Los buenos no siempre ganan. Incluso cuando lo hacen, muy a menudo, en realidad pierden. La justicia alcanzará a Aurra y Viszla, pero puede que tarde bastante tiempo. Ya tengo planes para ambos personajes.

En otras noticias, publique una encuesta en mi perfil preguntándome si debería mantener esta historia como una sola, enorme obra maestra, o dividirla en dos partes. Por razones de spoiler, no puedo decir dónde sería la división, pero basta con decir que ni siquiera he recorrido un tercio de esta historia.

Ha habido muchas noticias durante el último mes, tanto aquí en los EE. UU. como en todo el mundo. No se olvide de la guerra en curso en Ucrania y, si puede, haga una donación para ayudarlos a luchar para salvar su país.

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Capítulo 32

La Maestra Jedi Fay ya no se sorprendía con frecuencia. A su edad, que era considerablemente más avanzada de lo que su apariencia juvenil sugeriría, simplemente no había muchas cosas que pudieran tomarla por sorpresa. No era tan arrogante como para pensar que había experimentado todo lo que la galaxia tenía para ofrecer, pero ciertamente había visto más de lo que la mayoría de los Jedi jamás lograron. Sin embargo, cuando sintió que la Fuerza la instaba a trazar un rumbo hacia Rago, se sorprendió.

Aunque no por el impulso en sí. El Maestro Fay había pasado la mayor parte de siete siglos escuchando esos empujones, siguiendo la voluntad de la Fuerza. Desde que se convirtió en Maestra Jedi, había abrazado la vida de una nómada errante, dejando que la Fuerza la guiara donde más necesitaba estar. Ni siquiera se presentó ante el Alto Consejo Jedi y no había puesto un pie en el Templo en más de 300 años. Mantuvo contacto ocasional con Yoda, suficiente para mantenerse al tanto de los principales acontecimientos de la Orden, pero eso fue todo. La Fuerza la había llamado a lo largo y ancho de la galaxia innumerables veces a lo largo de los siglos. Una atracción hacia un planeta a poco más de un sector de distancia no fue gran cosa.

No, lo que la sorprendió de esta llamada en particular fue la fuerza detrás de ella. Normalmente la guía de la Fuerza era sutil; un suave tirón que la empujaba muy suavemente en una dirección. En las últimas décadas, esos tirones se habían vuelto cada vez más sutiles y difíciles de detectar a medida que el Lado Oscuro nublaba el futuro. Éste, sin embargo, no se parecía en nada a eso. La golpeó con toda la efímera sutileza de un martillo entre los ojos. Ya estaba a mitad de camino de trazar el rumbo cuando siquiera se dio cuenta de que se había movido. La última vez que había sentido algo así proveniente de la Fuerza había sido hacía más de tres años, cuando una onda de choque había sacudido toda la Fuerza, provocando un caos en el futuro y dándole visiones tan confusas y vibrantes que todavía estaba tratando de hacer realidad. sentido de ellos. Esto no fue tan fuerte como eso, pero aun así la dejó jadeando y parpadeando en estado de shock.

Un momento después de que la invadiera el poderoso impulso de llegar a Rago a toda prisa, sintió una oleada de oscuridad y rabia pulsando a través de la Fuerza. En algún lugar, y si tuviera que apostar, le daría todo el crédito a Rago, alguien o algo acababa de canalizar el Lado Oscuro de manera importante. No se sentía como ningún usuario de la Fuerza que hubiera sentido antes. Se había enfrentado a Jedi Oscuros y desterrado a antiguos espíritus Sith, y esto no se parecía a ninguna de las dos cosas. Era salvaje, incontrolado y animal; lleno de dolor y amargura. Además, se sentía extrañamente anudado en sí mismo, diferente de cómo fluía normalmente la Fuerza.