dos; besos.

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tercera persona.

valen lo mira por un buen rato esperando a que se ría para saber que es una joda, pero eso nunca pasa y el colorado empieza a preocuparse.

—ni loco, man—salta de la cama, casi cayéndose si no fuera porque logra mantener el equilibrio en un solo pie para estabilizarse—paso.

—¿seguro?—el castaño no se había movido de su lugar, lo miraba con sorna y una ceja levantada—mirá que si te negas significa que yo gano y vos quedás como el homosexual entre nosotros dos.

¿y quien lo iba a saber además de agustín? no había nadie mas que ellos dos en la casa pero no importaba, perdía delante de su mejor amigo y eso no lo podía permitir, era una cuestión de orgullo. sabe que giay no le iba a decir nada a nadie sobre el tema, por él y por si mismo, porque también tiene una reputación que mantener delante de su familia y amigos. no significaría nada mas que un juego, después podía lavarse la boca con ayudín y listo, como nuevo.

—no hay chance, amigo.

—es juntar los labios, nada mas.

—¿por cuánto tiempo?—estaba dando el brazo a torcer, odiaba ser de fácil convencimiento ¿o solo se volvía así con agustín?.

—un minuto—le muestra el cronómetro puesto en el celular con los digitos marcados—el que se aleja primero pierde.

un minuto, durante un minuto y nada mas. un simple toque de labios que no tenía por qué considerarse como un beso siquiera. suspira, negándose a creer lo que haría.

se sienta en el borde de la cama con el cuerpo ligeramente volteado hacia el castaño, quien se acerca un poco mas hasta que su aliento tibio le choca en la cara al menor y le calienta los labios.

—¿sin trampas?—murmura, juntando los ojos para mirar al mayor con advertencia.

—sin trampas.—repite, y su manera de decirlo no lo convence del todo.

de todas formas ya era bastante tarde para volver a pensarlo cuando la distancia se acorta, ambos avanzando hasta que sus cabezas quedan ladeadas en direcciones contraria y sus labios chocan con brusquedad. los dos deciden cerrar los ojos, agustín por simple comodidad y valentín porque no quiere quedarse mirando las pestañas de su mejor amigo descansando sobre sus pómulos, eso sería muy puto de su parte.

ignorando el hecho de que estaba besando a un tipo y eso ya era bastante puto de por si.

no habían pasado ni dos segundos cuando barco siente el primer empujón. creyó que giay solo estaba moviéndose en busca de una posición mas cómoda pero luego siente otro avance que lo obliga a poner ambas manos en los hombros contrarios para no caerse de espaldas a la cama.

abre los ojos, agustín sigue con los suyos cerrados y una expresión imperturbable, pareciendo no notar que está practicamente empujándolo hacia atrás con el impulso de sus bocas pegadas.

valentín frunce las cejas. está seguro de que giay solo está tratando de molestarlo para que sea él quien se aleje primero pero no va a darle el gusto, tiene que ganar, así que se deja llevar hasta que la parte posterior de su cabeza toca la cama y el cuerpo del mayor flota sobre el suyo sin despegar sus labios en ningún momento.

“¿cuánto faltará? no quiero ver que tan lejos llega.”

quiero ver que tanto aguanta hasta volverse loco.”

a los treinta segundos es cuando giay se cansa de mantener la boca cerrada y separa los labios, entreabriendo los ojos para ver la reacción del menor. nada, solo un bonito entrecejo arrugado y piel pálida y pecosa.

resopla por la nariz, saca la punta de la lengua y empuja entre los labios contrarios que se niegan a abrirse, apretados entre si para negarle el paso.

—mmh—barco se queja, no puede hacer otra cosa como hablar o siquiera pensar en separarse, sería su fin. además, con la cabeza pegada a la cama no puede hacer mucho mas que sacudirse.

el morocho insiste forzando el musculo hasta que siente como poco a poco va ganando terreno cuando logra chocar los dientes ajenos. ambos tienen los ojos abiertos ahora, verde contra marrón mirándose, reconociéndose, las pupilas dilatándose.

es una lucha de dominio, ambos peleando con la misma sed de conquista. pero mientras uno de ellos hará de todo para ganar, el otro no está tan seguro de querer seguir participando.

las manos de agustín paran a cada lado de la cara del menor para sostener su peso, y a la vez, valentín levanta las suyas hasta el pecho ajeno para mantener quieto al mayor quien no para de sacudirse como un gusano cuando sigue empujando su lengua sin parar.

la deja pasar pero giay no disfruta mucho el momento cuando siente la mordida que el colorado le obsequia para que mantenga la lengua quieta. lo hace, por unos segundos al menos porque pronto le agarra la cara, le sujeta las mejillas con fuerza para que abra la boca y cuando lo logra, cola la lengua tan profundo como puede dentro de la cavidad de un colorado a punto de explotar de bronca por estar siendo sometido a esta tortura.

patalea, se queja y empuja al chico para que se aleje mas nada parece funcionar. no quiere recurrir a la violencia, no quiere golpearlo o lastimarlo porque es su mejor amigo y lo aprecia demasiado pero se está desesperando y mas por el hecho de estar pensando que no es tan malo.

¿qué le pasa?.

cierra los ojos con fuerza, empuña la camiseta del mayor y se queda tan quieto como puede, dejando que acaricie su paladar y saboreé su propia lengua. es desagradable, siente que no puede respirar correctamente y ni así se aleja. trata de pensar en otra cosa, como que está besando a su celebrity crush o a la chica mas linda del colegio pero es imposible, puede sentir el perfume de giay atascado en la nariz y el rastrojo de una barba incipiente sobre su labio inferior. es obvio que está besando a un hombre y no puede concentrarse en nada mas que en eso.

para colmo, su propio cuerpo lo está traicionando y está reaccionando de forma totalmente contraria a lo que esperaba. puede sentir su sangre corriendo con rapidez hacia el sur, levantando cierta parte de su anatomía que prefería no mencionar. no entiende lo que le pasa, él no es así, nunca...nunca-

—listo—no supo muy bien cuando fue que giay dejó de besarlo o cuando se alejó lo suficiente como para mirarlo con el rostro ladeado, una pregunta silenciosa sobre su estado escrita en sus ojos después de escucharle la respiración agitada—¿todo bien?.

¿que si estaba todo bien? no, nada estaba bien. había besado a un pibe. con lengua. y se le paró. SE LE PARÓ POR UN BESO DE LENGUA CON UN PIBE.

—dijiste...—el pelirrojo se limpia la boca bruscamente con la manga de su camiseta y baja una mano hasta los shorts de futbol para acomodarse la entrepierna, detalle que no pasa desapercibido para los ojos el mayor que lo observan como un depredador a su presa—dijiste sin trampas, hijo de puta.

—todo estaba muy parejo y tenía que meter puas a ver si así aflojabas—se encoge de hombros, mete una mano al costado de la cintura de barco y se inclina de nueva cuenta para susurrarle—además, ninguno perdió ¿o si?.

valentín siente el corazón en la chota.

—sos un gil de mierda—maldice entre dientes, giay se carcajea.

♡♡♡

advertencia de contenido sexual para el próximo capítulo.

gallina (v. barco x a. giay)Where stories live. Discover now