El futuro incierto de mi pasado al descubierto

Jimena

Han pasado 2 meses desde el cumpleaños de Marcela, todo ha sido como una larga luna de miel para los 2 jóvenes, han encontrado un refugio de amor en una casa del padre de Marcela en el pueblo, nadie la renta, ni esa, ni muchas de las casas, muchas son las personas que quieren irse de ahí, Marcela ha logrado robar las llaves y sacarles duplicado, por lo que aprovechan cada oportunidad para escaparse, han armado un tatami improvisado con tapetes para hacer ejercicio y algunas sábanas, han pasado horas escuchando música , platicando y consumando su amor en ese pequeño espacio, los fines de semana salen como cualquier otra pareja de jóvenes, su pasatiempo favorito es ir al cine, las cosas entre los padres de Marcela y Santiago no han cambiado mucho , especialmente con la madre, quien recibe esas señales de peligro, en la forma en que ellos se tocan, se abrazan y se miran, sabe que ya no es una relación de niños, pero no ha cuestionado a Marcela aún acerca de eso, la relación madre e hija ha ido disminuyendo, todo es distinto con el profe Rigo, con quien ahora se ha asociado, tienen un pequeño taller de electrodomésticos, el profe Rigo, ha puesto el local y Santiago repara cuánto artículo entre por la puerta, ¿Cómo es que Santiago aún cuenta con ese conocimiento?, aunque Santiago ha olvidado prácticamente todo de su futuro, aún existen días que logra rescatar algún recuerdo aunque para él aún no signifiquen nada y todo parezca ser un olvidable sueño, hay cierto grados de recuerdos que son más difíciles de olvidar que otros, el conocimiento por su trabajo al no ser afectado por ningún evento reciente aún sigue presente ; aunque Santiago no ha vuelto a jugar béisbol, los Tlacuaches llevan un record de 3 ganados y 3 perdidos, Santiago ha apoyado desde la banca en cada juego y en las prácticas tratando de sacar lo mejor de ellos, habla por horas aconsejando para mejorar picheo y bateo, solo quedan 2 juegos en el torneo y por ser el último lugar en posición se enfrentarán al número 1 en la tabla Los cafetaleros, en cada práctica platica un momento con cada miembro del equipo ayudando con sus carencias y fortalezas, tratando de enseñarle el amor por el juego de pelota.

—¿Tu papá ha mencionado algo del juego del domingo? —Menciona Santiago quien se encuentra recostado, viste solo la camiseta de tirantes, ha dejado crecer su cabello, en su rostro comienza a pintarse una sombra de barba, en la puerta en un pequeño perchero, se encuentra tanto la camisa de Marcela como la de Santiago, Marcela se acomoda su ropa y cabello antes de volver a la escuela.

—No, nada apenas es lunes, además creo que está seguro de ganar —Menciona entre risas —Me voy a cortar el cabello, estaba esperando a que creciera un poco para ya no traer este corte de niña boba, ¿Qué piensas? —Marcela se acomoda el cabello de la forma en cómo cree que se verá con el corte, ahora luce más maquillada que antes.

—El domingo ya voy a poder jugar, estamos jugando mejor, hemos dejado a muchos en base en los últimos juegos y si ves los marcadores han estado apretados, solo nos falta aprender a cerrar los juegos, pero hemos avanzado mucho.

—Santi, ¿mi pelo?, no me pones atención solo piensas en ese juego —Marcela hace una pequeña rabieta.

—claro, que te pongo atención, si, deberías cortarlo, ese fleco pronto pasará de moda— Santiago se levanta y comienza a ponerse la camisa, se acerca y la abraza por la espalda.

—Me lo quiero cortar como Christina Aguilera, creo que me quedaría bien, ¿Vas a ir hoy al taller? —Santiago trabajaba en el taller "Don chispas", solía visitar a Marcela, donde se quedaban hasta tarde viendo la televisión o platicando, en esas visitas se comportan según lo esperado.

—No, hoy no podré, tengo ir a la práctica, quedamos todos en que practicaríamos hoy el miércoles y el viernes, hoy comenzaré a soltar el brazo —Menciona Santiago sin apuros.

—Oh —Marcela lo voltea a ver con una sonrisa forzada en el rostro— Prefieres ir con tus amigos a jugar, que ir a trabajar y ver a tu novia —Marcela vuelve a lo que estaba y se coloca su camisa.