she and me.

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Lo pensé muy bien.. no sabía cuánto llevaba sentada pensando en que me podía decir o si era alguna trampa, por qué llegaría diciendo que ellos son una mentira? Acaso estaban fingiendo que se odiaban y kally ayudaba a bill o.. al revés?

-No, no lo hagas olive.-susurré para mi misma, la música estaba demasiado alta y yo seguía en el baño ignorando los gritos de las chicas.

Me decidí, no podía esperar más, tal vez todo era inútil o una mala broma pero tenía que averiguar, ahora me preocupe por si ese chico me espero o se fue, acomode mi ropa y salí empujando la puerta del baño cuando sentí que golpeé a alguien.

-¡Mierda chica!-una peli roja con vestido verde bastante brillante agachó su cara, quería dejarla y salir corriendo pero no me lo permiti.

-¿Estás bien?-subió su mirada y para mi sorpresa era de nuevo la chica que hacía unos meses me encontré cuando acompañe a bill.

-¡Cuanto tiempo! Que haces por aquí?-su nariz comenzaba a sangrar y le ayude limpiándose, estaba demasiada avergonzada.

-Ya sabes..-limpié nuevamente su nariz, ahora solo quedaba pequeños restos de suciedad.

-Entiendo, yo vine a disfrutar y intentar ligar algún chico, son bastantes guapos aquí!

-¿Quién te trajo?-tire los papeles, limpié mi falta pero la mancha de sangre quedó igualmente.

-Un amigo, no soy de fiestas pero él si conoce bastante bien los bares o discotecas, además le encanta correr.-acomodo su pelo rojo que brillaba con la pequeña luz del baño.

-No deberías ceder a ningún chico de aquí, no sabes los peligrosos o sádicos que son, una vez que entras no puedes salir.-me quedé en silencio unos momentos pensando en como decirlo.-si alguno se obsesiona contigo estarás perdida.

Ella solo me miró, su boca estaba medio abierta y sus manos comenzaban a tener un pequeño temblor, me sentí culpable por decirle pero era la única solucion. La agarré de los hombros, realmente quería salvarla de todo esto.

-¿No vuelvas a estos lados si? Te acompaño a la salida.-agarre su brazo pero no se movió ella, parecía una muñeca que pronto sería rota así como me rompieron a mi.

-Dame tu número, deberíamos hablar algún día, así me voy de aquí.-comprendí que tal vez ella no sabía de este lugar, pensaba que sería como otra fiesta más.

-Toma, anote con mi deliniador mi celular, ella solo sonreía y me siguió el paso.

La acompañe a la salida, le explique que lugares o actitudes eran sospechas y que no dejara que el "amigo" la trajera a estas fiestas, le di mi chaqueta sin importar que mi cuerpo temblaba, ella necesitaba llegar a salvo.

Ella agarro un taxi, espere a que se alejara lo suficiente para yo seguir con lo mío, volví a entrar al bar, todos estaban bailando y cantando mientras que yo pasaba entre ellos, vi unas escaleras y supuse que sería la azotea. Subi y vi una pasillo largo rojo, la música ya no entraba tanto y podía escuchar muy bien todo.

-Mhm..

Me detuve, habían varias puertas y en una había mucho más ruido de lo inusual, la puerta era negra con un "000" en ella, el miedo me ganó y baje por las escaleras nuevamente y le pregunté a algún mesero por la azotea, para mi sorpresa estaba al otro extremo. Subí cuidadosamente intentando no hacer ruido, temía que todo fuera una trampa y al subir posiblemente me secuestren o termine en una bolsa.

Antes de entrar tenías que empujar una puerta que por suerte tenía una pequeña ventana, lo vi a él fumando de nuevo y mire a sus lados incluso en sus manos, podía tener algún sedante o algo así.

Mi vecino de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora