.˚✯ wonder cousinᵎ ✧
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La vida de Jolene Henderson llevaba rato sin ser fácil, y parecía que nunca lo volvería a ser: la extraña muerte de una de sus compañeras de clase da pie a una serie de asesina...
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📆 [⠀viernes 14 de marzo, 1986⠀] 🌎 [⠀hawkins, indiana⠀] 🕰️ [⠀12:05 p. m. GMT-4⠀]
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📟 ¹⁶ Ꞌ ⁿᵒᵛᶦᵉᵐᵇʳᵉ Ꞌ ²⁰²³
CAPÍTULO UNO
El rugido de las Tigresas ᵖᵒʳ ᴶᵒᵃᵠᵘᶦⁿ ᴳᵃᵇᵃˡᵈᵒⁿ
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⠀⠀⠀⠀⠀―¿Nerviosas? ¿Asustadas? ¿Desesperanzadas? ¿Abatidas? ¿Desalentadas? ¿Quieren una soda de la máquina expendedora? ¿Un waffle? ¿O un burrito?
Las Tigresas estaban todas sentadas a la hora del almuerzo, con Robin parloteando incesantemente, cosa que hacía a Robin ser Robin.
―¡Quisiéramos que cerraras el pico por cinco minutos! ―estalló Cassie Brooks, una chica rubia y flaca que iba en el otro salón. Respiró profundo― Perdón. Me estreso con facilidad en los días de partido. Mil disculpas.
―No hay problema ―accedió Robin, más comprensiva que entristecida. Entendía que aquella tarde era una carga enorme en los hombros de las doce chicas que conformaban al equipo de ese año.
―Yo sí quisiera un burrito, por favor ―pidió Britney Campbell, una niña del salón de Dustin, quien las miraba a través de delgados lentes de pasta mientras, ansiosamente, trenzaba y destrenzaba su cabello castaño. Robin le dedicó media sonrisa antes de pararse a comprarlo.
Aquella mañana de viernes tenía una tensión y una expectativa palpables en el aire: las Tigresas de Hawkins se verían cara a cara contra las tres veces campeonas consecutivas, las Rangers de Marion, sus arrogantes competidoras del norte.
Y, a diferencia de sus homólogos basquetbolistas, las Tigresas sí acostumbraban a ganar campeonatos. Eran ampliamente conocidas como el equipo escolar de voleibol más exitoso del estado de Indiana. Pero, a raíz de la llegada del coach Hammond para 1982, las Tigresas pronto empezaron a perder el filo en sus garras y sus rugidos más bien parecían maullidos.
Todos criticaban a Glenn Hammond por su poco profesionalismo: desquitaba sus problemas personales con las chicas, fumaba todo el tiempo delante de ellas, en ocasiones llegaba ebrio. Y, para colmo, de vez en cuando enviaba a un chico, tan solo dos años mayor que Jolene, para que él las entrenase en su lugar.
