Segundo

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Habia vivido una buena vida, aun si hubo momentos difíciles, realmente no podía quejarse por mucho. Bueno, si se ponía muy quisquilloso se quejaría por la existencia de los japoneses y tal vez de que la presencia de sus padres en su niñez que era equivalente al amor que estos dos se tenían, es decir, nula. Aunque para ser sinceros a él le importaba muy poco.

Realmente nunca le importo, tanto el desprecio y malos tratos de su padre o el ser ignorado por su madre, nunca sintió nada. Incluso aquel día que le informaron del suicidio de su madre, algo que lo mantenía dividido pues no dudaba que su madre lo hiciera para por fin librarse de ellos y de la misma forma no dudaba que haya sido obra de su padre y hayan decidido hacerlo pasar como un suicidio para no escandalizar a la gente, pero más allá de ello, le dio igual.

Al principio la gente decía que habia nacido sin sentimientos, que quizás estaba maldito o que era hijo del diablo, estupideces de ese tipo. Pero él tenia sentimientos, por supuesto que los tenia y aquella mujer lo demostraba haciéndolo temblar de miedo. Es por ello por lo que cuando URSS quiso ordenarle regresar al lugar, su respuesta automática fue.

No

¿No?

Si, no

Le habían enseñado a ser obediente, de niño acataba las ordenes sin chistar o sin siquiera cuestionarse lo que hacía, pero él ya no era un niño y no habia poder humano o sobrehumano que lo hiciera regresar a ese lugar.

De cierta forma le parecía una ofensa que el soviético le exigiera algo como eso, justo después de haber visto como atendían sus heridas y ver como una herida enorme le atravesaba la espalda desde el hombro hasta la cintura, un corte que el medico describió como "limpio" al notar que el asiático ni se habia percatado de la herida hasta que vio la sangre manchando la silla del escritorio. Para cualquiera era mas que obvio que no estaba en condiciones físicas o mentales para pararse e ir de regreso a ese lugar que ni siquiera podía mencionar sin quedarse sin aliento. Para todos, menos para URSS.

Debes regresar. Si capturamos a Corea del Sur podremos terminar con esto de una vez, ganaremos

La voz de URSS siempre le habia parecido interesante, de alguna forma le daba seguridad y lo llenaba de coraje, era alguien muy persuasivo y con una labia solo superada por la del americano. Normalmente, cuando estaba junto al soviético, se sentía capaz de todo.

Menos de esto.

Sigue siendo un no

El albino se paso una mano por el cabello, soltando el suspiro más dramático que pudo y haciéndose el preocupado para intentar apelar al corazón del chino, no funciono. Al notar que este no le hacia caso, simplemente chasqueo la lengua y se cruzo se brazos.

《¿Pues qué carajos es lo que paso? 》 Intentaba adivinar el soviético, pero no se imaginaba que podía ser tan espantoso como para dejar al de ojos rasgados de esa manera. ¿Acaso USA habia usado nuevamente un arma nuclear? No, de haber sido así se hubiese enterado y no creía al americano tan estúpido como para usar algo así en el territorio que trataba de defender. Entonces ¿Qué habia pasado?

Miro al asiático nuevamente, estaba callado y observando el suelo, perdido en sus pensamientos.

Tu gente sigue allá ¿Recuerdas?

China tardo un momento en reaccionar, apretando los labios y frunciendo el ceño, levanto la mirada de mala gana y en su expresión se notaba el hastío que le generaba la insistencia del soviético.

Si tanto te preocupan ¿Por qué no vas tu? — URSS guardo silencio y desvió la mirada, eso era un obvio "no lo hare". China rodo los ojos y chasqueo la lengua— Deja de insistir, no hay nada que puedas hacer para que regrese a ese lugar

𝑷𝒂𝒅𝒓𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒓𝒆𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒐|| 🇨🇳ᴄʜɪɴᴀxᴄᴏʟᴏᴍʙɪᴀ🇨🇴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora