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ACTUALIDAD BOMBAY
Cuando finalmente cedió ante Sersi, Lyanna pensó que necesitaría al menos un par de días para hacerse a la idea del inevitable encuentro, así que por un momento, como en raras ocasiones pasaba, agradeció a Ikaris de que Druig no hubiese sido su siguiente opción con respecto a quien irían a buscar primero.
Ahora se encontraba muy lejos del lugar al que se acostumbró a llamar hogar, y regresaba a donde había pasado al menos una decada en tiempos anteriores. Después de un tiempo viajando y recorriendo el mundo sola, se asentó un tiempo con un viejo y querido amigo con el fin de acabar con su soledad.
Había olvidado el caos de la India, y claro, también había olvidado la razón por la que se había enamorado de ese lugar. La cultura, la música, los bailes, siempre eran cosas que le atraían de todos los lugares que había visitado, este era uno de sus favoritos. Por eso se sintió tan fascinada cuando al llegar a su destino, se encontraron con una escena perfectamente ensayada de lo que parecía ser el próximo proyecto de su amigo.
— Bienvenidos, yo soy Karun Patel, el asistente de Kingo. —el hombre bajito se presentó con toda formalidad, pero cuando sus ojos se posaron en ella, la felicidad en su rostro fue clara— ¡Señorita Lyanna, ha vuelto! El señor va a estar muy feliz cuando la vea.
Sus compañeros la miraron buscando una explicación, pues ellos aún ignoraban por completo de su estadía en la India.
— ¡Hola Karun! —la chica no pudo evitar saludar al hombrecillo de un abrazo, después de todo, en diez años se pudo formar una linda amistad— Me da gusto verte, y me da aún más gusto que no hayas abandonado a mi superestrella.
— No lo haría por nada, señorita. —regreso de golpe a la realidad, recordando a las personalidades que tenía en frente— Es todo un honor estar en presencia de los grandes Eternos.
Los mencionados se mostraron confundidos, Ikaris estaba a punto de cuestionarla. Lyanna lo ignoro por completo, al final quien le había contado todo a Karun no había sido ella, sino Kingo.
La música se detuvo y un grito agudo captó toda la atención, de ellos y de los bailarines.
— ¡Son mis amigos de la universidad! —exclamó, casi corriendo hacía ellos. Su primer objetivo fue la chica que lo miraba sonriente y con los brazos extendidos. Tan pronto como la tuvo entre sus brazos, la alzó en el aire dando unas cuantas vueltas para después volver a dejarla en el suelo. Realmente estaba feliz por verla — ¡Ven aquí, pequeña mocosa! Han pasado años desde la última vez que te vi, creí que ya me habías olvidado.
— Nunca olvidaría a mi mejor amigo, es sólo que en Nueva York pasa muy rápido el tiempo.
— Si, si me imagino. —la atención de Kingo viajó rápido— ¡Hola jefe! ¡Justo a tiempo! Bienvenidos al ser de La leyenda de Ikaris ¡Yo te interpreto! ¿Te gusta el vestuario?
