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Los dos menores estaban sentados en aquella oficina donde un oficial escribia todo lo que había pasado. Sintiendo las miradas de desaprobación de los otros oficiales que estaban ahí.

—Entonces dices que ese es su olor natural y no son dos jóvenes consumiendo sustancias ilegales en el parqué.— El oficial se acomodo los lentes viéndolos con suma atención.

—Claro que si, a menos que deseen poner los helados como sustancias Ilegales. Entonces yo le diría que si lo estabamos haciendo, pero este no es el caso y entonces mejor me callo antes de cagarla mas.— Bright se deslizó por la silla tratando de ocultarse de aquellas miradas.

—No tendría porque mentirle, pueden revisar nuestras cosas y se darán cuenta que no traemos nada que sea ilegal.— El único omega en el lugar trato de defenderse y mostrarse serio ante lo que decía.

—No, mis cosas no las revisen, solo las de el.— Bright agitó sus manos tembloroso y dándole una sonrisa de nerviosismo al oficial.

—Que revisemos tus cosas, dices.— Una oficial alfa que estaba ahí hablo entre risas pero después de que todos la vieran extrañados, guardó silencio poniéndose recta mirando al omega para abrir su boca con emoción al haber descubierto algo. —¿El no es el hijo de Zee Pruk?

—¿El hijo de Zee Pruk?— Pregunto extrañado el oficial detrás de la computadora.

—Si, dueño de la cafetería Sunshine.— Dijo aún sin quitar su emoción que fue disminuyendo un poco al ver que sus compañeros aún no entendían de quien hablaba. —Donde a veces pasamos a comprar café.

—No, seguimos sin saber quién es.— Respondieron los demás policías.

—Hijo de Nunew, el hermoso omega que tiene un lindo hoyuelo.— Dijo con ternura y los demás soltaron un "Ahh", al saber de quien hablaba. Todos suspiraron enamorados y los dos menores casi podían asegurar que de sus ojos salían corazones.

—Si, ellos son mis padres.— Dijo un poco avergonzado el omega, sintiéndose cohibido al poder olor tantos olores de alfas enamorados.

—Entonces pueden irse. Lo sentimos mucho por este pequeño imprevisto.— Dijo avergonzado el oficial mayor. —Me saludas a tu madre.

Win y el alfa que le acompañaba, tomaron sus cosas haciendo reverencias hacia los presentes.

—Oh, le dices a tu madre que esta muy bueno.— La alfa había hablado sin pensar y se dio cuenta cuando otra vez habían miradas sobre ella juzgandole. —Digo, que hace un café bueno.— Dijo con las mejillas rojas y con mucha pena.

—Claro, yo le digo.— El omega tomo a Bright de la mano casi corriendo de ahí, quería irse lo más lejos de esos alfas tan raros.

—¿No debimos revisar al alfa que venía con el?— Pregunto de pronto uno de los oficiales, señalando el lugar por donde habían salido, casi huyendo.

—Nah', hay cosas mejores que hacer.— Dijo el oficial mayor acomodandose en su gran y cómoda silla.

Todos siguieron haciendo sus labores como si nada hubiera pasado y no hubieran traumado a un lindo omega inocente que en cuanto llegó a su casa fue a contarle a su madre, recibiendo gruñiditos celosos de su padre y burlas de sus hermanos por haber presenciado algo tan extraño.

Olor a Marihuana [BrightWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora