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Narrador omnisciente :














Se podía observar como Natella se acercó con mucha curiosidad a dicha tienda de motos, algo peculiar para ella.

El lugar donde se encontraba la tienda no era de mala pinta, al contrario se veía una zona agradable y con muy pocos problemas.




Eso le pareció divertido, así que sin más decidió ingresar al establecimiento, aunque parecía que nadie dentro del lugar se percató de su entrada ya que el lugar tenía una muy buena cantidad de clientes.

La bonita joven decidió observar un poco el lugar, percatándose de la gran cantidad de motos que se encontraban ahí.

Para Natella el lugar era algo acogedor, y además puede que esa no sea su última visita a dicha tienda.







La rubia a paso lento y elegante, se acercó al lugar donde se hallaba el joven que parecía ser el encargado y dueño de todo.
Un joven pelinegro de tez blanca y ojos oscuros, vestía una remera blanca de manga corta y un pantalón de color celeste.






Hasta ese pequeño momento la bella joven pasó desapercibida por los demás, solo que uno de los jóvenes que se encontraban ahí para solicitar  el arreglo de su moto. Notó la brillante cabellera de la rubia, algo que llamó su atención y al observar completamente a la extranjera, no pudo evitar mirar de sobremanera en todo a la rubia.

Esa pequeña reacción por parte del joven causó que los demás integrantes de su grupo voltearan, teniendo frente a ellos la imagen de una bella joven exótica de grandes curvas, muy hermosa.

El local quedó en un silencio inmediato, aunque una parte del lugar seguía habiendo algo de ruido ya que estos no se había percatado de la rubia.





Unos instantes después Natella, de forma delicada tocó el hombro de aquel que era el dueño de la tienda.

Dicho pelinegro volteo para observar a la persona que lo necesitaba, sin poder imaginar que frente a él había una mujer pero tan hermosa.
El pelinegro por un momento sintió que su respiración se cortó y empezó a sudar un poco, sin ser consciente de ello.

--- E-en que puedo ayudarle se-señorita ?. --- El pelinegro tartamudeo un poco por los nervios que sentía, y sintiéndose perdido por los cautivadores ojos de la rubia.

--- Disculpa las molestias amigo, pero tengo dudas acerca de esa yamaha crypton 125. --- Finalizó la joven, causando aún más asombro por parte del muchacho y no pueda querer dejar de ver a la bonita joven.

--- Es la primera vez que una chica tan bonita pregunta por una moto en especifico. --- Pensó el joven ojinegro. El anterior mencionado regreso a su noción y de forma rápida le respondió a Natella.
--- Bueno, pues cualquier duda yo te ayudaré. --- Natella le dio una pequeña sonrisa mientras desde lo lejos observaba las demás marcas de las motos.

--- Me llamó Natella , amigo de motos. --- Respondió la joven causando que el contrario la observará más sonrojado de lo que estaba, ya que se le olvidó presentarse.

--- Mil disculpas, yo me llamo Shinichiro. --- Nervioso y sudado se encontraba Shinichiro por no saber como actuar frente a las chicas. Natella simplemente le sonrió poniendo más nervioso al pobre.

--- Pues Shinichiro, un placer conocerte. ---

Y tampoco hay que olvidar que la gente alrededor de los dos individuos se quedaron boquiabiertos por ver como una muy hermosa joven le hablaba a Shinichiro, interesada por una motocicleta.

Eso sí que sería algo para hablar más tarde, sin duda alguna.


En cambio Shinichiro, estaba más que contento ya que aquella extranjera tan bonita era muy amable y divertida, además de que solo lo llamó Shinichiro. Sin ningún honorífico como se debe, aunque parece que a Natella no le importa eso.

--- Sabes manejar? . --- Cuestionó el pelinegro a Natella, obteniendo una afirmación por parte de ella.

--- Tal vez compré esa moto, y así te puedo pedir una carrera Shinichiro. --- Habló alegre la muchacha.

--- Entonces, aceptó tu duelo Natella-san . Eso sí después vamos por un helado. --- Él no podía creer como había reunido la fuerza para invitar a la extranjera a salir, pero el esperaba que está vez no terminará siendo rechazado como las anteriores 20 chicas en el lapso de toda su vida.

--- Ya ruguiste mocho. --- Habló la ojiazul divertida, ese pelinegro le estaba cayendo algo bien. --- Pues te veo otro día Shinichiro. --- Natella caminó hacia la salida, despidiéndose con la mano al joven de apellido Sano.

---Hasta pronto Natella. --- Habló animado Shinichiro sin saber que todos los presentes veian que el pelinegro tenía un pequeño rubor en sus pálidas mejillas.
Parece que él ex-líder fundador de los Black dragons se acaba de fijar en alguien muy peculiar.



































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⏰ Última actualización: Nov 13, 2023 ⏰

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