❦ 𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚 𝟖 ❦

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Fueron a recoger a sus hijos y salieron a almorzar. En realidad, pasaron toda la tarde fuera de la oficina, haciendo lo que llevaban meses sin hacer. Salir como una familia.

Pasearon por la plaza, por el parque, comieron helado y se tomaron fotos que quedarían guardadas en sus memorias. Bin incluso, lo llevó al hospital, dejaron a los niños en el auto y entró con él del brazo como una pareja enamorada. Al menos eso aparentaban, porque al llegar a la puerta de su consultorio, el celular de su esposo sonó de repente y frunció el ceño al ver de quien se trataba.

—¿Qué pasa?— miró a su esposo atento a lo que el perro detrás de la línea hablaba. Sí, Dong Min se refería a Taeyong.

—Bin...

—Puedes salir, es una emergencia por supuesto— autorizó. El alfa miró a su esposo nervioso, los orbes de su pelinegro le exigían una explicación — Vete, veré como hago para llegar— cortó la llamada y después de guardar su celular, intentó darle un beso a su esposo. Pero fue rechazado.

—Con sexo, besos y caricias no vas a contentarme. Sigo molesto y ahora solo te llaman y actúas extraño, ¿Qué pasó?

—Minnie...

—Solo dime las cosas de frente, no veo que ocultas— su voz sonaba molesta por supuesto.

—Lo siento, era Taeyong, tuvo un problema y tengo que ir.

—De la empresa me imagino— miró sus oscuros ojos vacilar y encontró la mentira —No me respondas, eres tan sincero que con solo verte me doy cuenta de lo que pasa.

—Mi amor, no pienses-...

—Vete. Tu sumiso te espera— aquello fue como un balde de agua helada cayéndole en la cabeza.

—¿Cómo sabes eso? Espera, Dong Min, eso fue-...— nuevamente lo interrumpió.

—Si para ti está bien que me quede tranquilo sabiendo que mi esposo está todo el tiempo con alguien que pasó por su cama hace mucho, entonces, no hay nada de que hablar.

—Mi amor, eso es diferente. Yo te amo— lo tomó de las muñecas, desesperado por aclarar todo —Él no es nada para mí, yo solo te quiero a ti, bebé.

—¿Sabes algo? Mingyu decía amarme, le creí e intentó violarme. ¿Qué puedo esperar de ti que contrata a su ex-puta para que sea su secretario?

—¿Qué quieres decir? ¿Me estás comparando con ese cabron?— ahora el molesto era Bin.

—Si lo hago o no, te lo dejo a tu criterio. Tú mismo te contestarás esa pregunta— dio la vuelta y entró a su consultorio, pero antes de cerrar la puerta, Bin entró empujándolo contra la pared.

Sostuvo sus manos por encima de su cabeza mientras lo besaba profundamente, casi y poseyendo sus labios, lo que no previó, fue que Dong Min lo mordiera obligandole a separarse y no solo eso, la mano de su omega cayó en su mejilla con molestia.

—¿Crees que puedes besarme y las cosas se solucionan?! ¡No seas ridículo! ¡Ya no confío en ti! ¡Me has estado ocultando algo sumamente importante y burlándote en mi cara sin importarte nada!— Bin no respondió, pasó su mirada porque realmente se estaba conteniendo de hacer algo.

Se puede decir que Dong Min nunca se ha enojado así, ni mucho menos le ha gritado tanto como en los últimos días y eso, simplemente le ha hecho enfadar a tal punto que quiere en ese mismo instante golpearlo por  muchas razones, pero cuando mira sus ojos llorosos a punto de colapsar, la paz tiene que entrar y se relaja. Todo pensamiento dañino se va, porque sabe perfectamente que está mal lo que piensa.

—No era importante para mí— habla al fin.

—¡Pero para mí sí!— respondió con voz cortada —¡Eres mi esposo, Bin! ¡No puedo estar tranquilo sabiendo que otro te quiere robar de mi lado y tu está conforme con eso!

My Sweet Baby |❦︎| BinwooWhere stories live. Discover now