_______ se despertó con el sonido del teléfono. Era su novio, Yeonjun, que le decía que tenía que trabajar hasta tarde y que no esperara por él.
-Hola, cariño. ¿Cómo estás? -dijo él con voz apurada.
-Bien, ¿y tú? -respondió la chica con desgano.
-Bien, bien. Mira, te llamo para decirte que hoy tengo mucho trabajo y que no voy a poder llegar a casa hasta muy tarde. No me esperes despierta, ¿de acuerdo?
-Está bien, no te preocupes -contestó.
-Gracias cariño, te quiero. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida -dijo Yeonjun, lo que _______ percibía con falsedad.
-Yo también te quiero, Yeonjun -dijo ella con dolor.
_______ colgó el teléfono con un suspiro. Sabía que era una mentira. Sabía que él estaba con otra mujer. Lo sabía desde hace meses, pero no tenía el valor de enfrentarlo. Se sentía atrapada en una relación sin amor, sin pasión, sin respeto.
Se levantó de la cama y se miró al espejo. Se veía cansada, triste, derrotada. Se preguntó cómo había llegado a esta situación. Recordó los primeros años de su relación antes de empezar a vivir juntos, cuando Yeonjun era atento, cariñoso, divertido. Cuando le hacía sentir especial, única, amada. Cuando le prometió que sería fiel, que estarían juntos para siempre, que nunca le haría daño.
-¿Te acuerdas de nuestro primer beso? -le preguntó Yeonjun una noche mientras la abrazaba en el sofá.
-Claro que me acuerdo. Fue en el parque, bajo la luna llena. Fue mágico -respondió ella con una sonrisa.
-Fue el mejor beso de mi vida. Y desde entonces no he dejado de amarte ni un solo día. Eres mi alma gemela, _______. Te lo juro por Dios -le dijo Yeonjun con sinceridad.
Pero todo cambió cuando él ascendió en su trabajo y empezó a viajar muy seguido. _______ sospechaba que él tenía a alguien más, pero no quería creerlo. Hasta que un día encontró un mensaje en su celular de una chica llamada Sofía, que le decía que lo extrañaba y que lo amaba. _______ sintió que se le rompía el corazón. Confrontó a Yeonjun, pero él lo negó todo.
-¿Quién es Sofía? -le preguntó con voz temblorosa mientras le mostraba el mensaje.
-No es nadie, _______. Es solo una amiga del trabajo. No te pongas celosa por tonterías -le respondió Yeonjun con nerviosismo.
-No me mientas, Yeonjun. Sé que me engañas con ella. Lo puedo ver en tus ojos, en tu actitud, en tu distancia. ¿Por qué lo haces? ¿Por qué me haces esto? -le reclamó con lágrimas en los ojos.
-No te hago nada, _______. Te estoy diciendo la verdad. No hay nada entre Sofía y yo. Solo somos amigos. Tú eres la única mujer que amo. Por favor, créeme. -le rogó Yeonjun con falsedad.
_______ quiso creerle, pero no pudo. Empezó a notar las señales: las llamadas misteriosas, las salidas nocturnas, los regalos caros, los perfumes extraños. Se dio cuenta de que Yeonjun la engañaba con más de una mujer. Que él no la amaba. Que él no era el hombre que ella pensaba.
_______ se sentía sola, humillada, traicionada. Quería dejarlo, pero no sabía cómo. Tenían una vida juntos, temía quedarse sola, temía no encontrar a nadie más.
Así que se resignó a vivir una mentira. A fingir que todo estaba bien, a sonreír cuando lo veía.
-Hola, cariño. ¿Cómo te fue hoy? -le preguntaba Yeonjun cada vez que llegaba a casa.
-Bien, amor. ¿Y a ti? -le respondía _______ cada vez que lo veía.
-Bien. Te he traído un regalo. Es un collar de perlas. Espero que te guste -le decía Yeonjun cada vez que le compraba algo.
-Gracias, Yun. Es muy bonito, me encanta. -le decía ella ante sus gestos.
A estar con él cuando este quería.
-Ven, amor. Vamos a la cama. Te necesito -le susurraba Yeonjun cada vez que quería tener intimidad con ella.
-Está bien, vamos -le seguía _______ accediendo.
A fingir que le creía.
-Te quiero, _______ -le decía cada vez que terminaban-. Eres la mujer de mi vida -decía Yeonjun, mirándola a los ojos.
_______ sonreía por sus palabras, pero por dentro lloraba. Sabía perfectamente que aquello no era cierto, que ella no era la única.
