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Cuando la última clase del día iba a empezar, le surgió un pequeño problema a la profesora y tuvo que retirarse antes, no sin antes avisar a sus estudiantes y advirtiéndole a los que venían a recoger, que pasaran por administración para llamar a s...

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Cuando la última clase del día iba a empezar, le surgió un pequeño problema a la profesora y tuvo que retirarse antes, no sin antes avisar a sus estudiantes y advirtiéndole a los que venían a recoger, que pasaran por administración para llamar a sus familiares.

Katsuki y Shoto fueron los primeros en salir al segundo, algunos todavía quedaban guardando su cosas. Camie, al terminar, se colocó su pequeña mochila al hombro con algo de prisa y salió.

Observó al par caminando hacia la gran
puerta para salir y apresuró el paso para
alcanzarlos.

Al llegar junto a ellos, se colocó a lado de
Katsuki, caminando a la par.

"¿Van a alguna parte sin mi?" Preguntó, tratando de hacer conversación.
Los dos notaron su presencia al escucharla.

"Vamos a visitar a Midoriya." contestó Shoto.
Siendo inconsciente de la mirada fulminante
de Katsuki.

"¿Vamos? Te dije que no ibas a ir conmigo."
Gruñó éste.

Su sonrisa se esfumó al escuchar lo dicho por
el bicolor, pero de inmediato la recompuso y
con algo de duda preguntó: "¿Puedo ir?".
Inclinó su cuerpo hacia adelante Mirando
específicamente al rubio.

Pero por supuesto debió verlo venir.

"No."

Con la negativa la castaña claro hizo puchero
sus labios "Ay, Kats, no seas malo." Dijo,
Alargando la última sílaba en tono
suplicante, en un intento de convencer al
rubio.

"No me llames así" arrojó brusco y sin
paciencia. Camie, un poco ofendida, no se
rendiría tan fácil.

Fue entonces cuando sintió la mirada de
Shoto y cuando se la devolvió, supo que este
tampoco lo haría.

Con eso, no se detuvieron en seguir al chico
malhumorado, ignorando olímpicamente
sus amenazas si no lo dejaban en paz. Hasta
que se cansó y aceptó a regañadientes la
compañía del par.




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