𝐓𝐨𝐫𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐋𝐚𝐧𝐝 || (𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏 𝑿 𝑻𝒖́) PAUSADA

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𝐋𝐨 𝐚𝐫𝐫𝐮𝐢𝐧𝐞́.

Todas y cada una de las construcciones de ambos pueblos de Tortilla se encontraban destruidos y la pollería claramente no era la excepción.

La mayor parte de la construcción se encontraba destruida y la editorial también, por obvias razones todo fue cerrado y con eso el silencio en el lugar era sumamente estresante.

Se les dió a los habitantes una manera de disculpa y es que cada persona que haya estado involucrado en la destrucción de la iglesia en el pueblo central debía de construir una capilla en conmemoración al Profeta ¿Y por qué no hacerlo una competencia?.

Una mujer de cabellos negros iba caminando a paso rápido un tanto lejos de la pollería apreciando los cimientos de la capilla, allí vio a aquel chico de cabellos negros de espalda involucrado en su tarea.
Conforme iba acercándose se logro oír el sonido de sus pasos sobre el verde césped y el chico volteo a ver de quién se trataba.

—¿Boluda dónde andabas te busque...-?.— sus palabras quedaron cortas al sentir un fuerte golpe en su mejilla, el impacto fue tal que movió a un costado su cabeza y volteo a ver a la responsable sintiendo el ardor en su mejilla.

—¿Por qué mierda lo hiciste?.— pregunto la chica enojada mirando al más alto—A ninguno de ustedes les importo las personas que se encontraban en la iglesia.—

—No sabíamos que Drako y Selene se encontraban en la iglesia, hubiéramos sido más cuidadosos al saberlo.— comentó con la mano sobre su roja mejilla.

—Pero aún así lo hubieran hecho.— contradijo; Spreen apunto de hablar fue interrumpido por Akane—Lo peor es que tu fuiste quien los lideró, tú fuiste el responsable de guiarlos.— su tono de voz se escuchaba roto, notando que estaba apunto de chillar.

La chica dió la vuelta dándole la espalda al más alto queriendo salir del lugar—Akane...— llamo está haciendo que sus pasos se detengan.

-Vete a la mierda Iván.-

Fue lo único que dijo para seguir con su camino dejando al chico en medio de la construcción, las nubes se volvieron grises a tal punto que el agua sobre ellas no aguanto y dejo caer gota por gota, mojando todo alrededor y el chico no era la excepción.
El rostro de arrepentimiento era algo tan notable, se odiaba ahora mismo y unas simples palabras salieron de su boca.

—Lo arruine.—

。𝒐○☆❦☆○𝒐。

La noche nunca se había sentido tan helada, todo el día había estado lloviendo y ahora una neblina cubría gran parte de las puntas de las montañas.

Y en tu casa no fue la excepción.

Mirabas el techo de tu hogar, habías dado vueltas y vueltas en tu cama sin poder conciliar sueño. Tu cabeza pensaba en mil cosas pero sentías que cada una había sido tu culpa.

_"Tal vez les hice algo que no les gusto"_

Simples excusas tratando de cubrir algo que fue el egoísmo humano. Suspiraste tallando tu rostro y sentarte en tu cama, te estresaba más el hecho de no poder dormir.

Te quedaste mirando un punto fijo por varios minutos hasta que un sonido viniendo de tu sala llamo tu atención. No pensaste dos veces y saliste de tu habitación queriendo ver de qué se trataba, en las escaleras quisiste ver la hora pero recordaste que tú reloj se encontraba en tu habitación.

Llegaste al primer piso notando la oscuridad del alrededor, pero tal parece que hubo un corte de luz pues estás no encendían.
Dejaste de intentar pues el escalofrío en tu cuerpo se hizo presente a causa de una corriente de aire, miraste a un lado y viste que una ventana tuya se encontraba abierta.

_"Espero que yo no la haya cerrado"_

Pensaste para ti misma y acercarte a cerrarla. Miraste afuera notando que la neblina era cada vez más intensa y con eso el frío era peor, notaste humo salir de tu boca al exhalar aire. Cerraste la ventana con seguro y acomodaste tu cortina para no ver afuera, te sentías insegura, algo dentro de ti pedía salir de la casa e ir a buscar a alguien.

No debiste ignorar las señales.

Volteaste para querer regresar a tu cuarto pero una figura humana apareció delante de ti, no pudiste ni siquiera reaccionar pues está extraña persona había lanzado un especie de humo que anulo todos tus sentidos.
Lo último que viste fueron aquellos ojos verdes tan brillantes como la esmeralda y escuchar solo unas palabras salir de su boca.

—⨳𝓊Λ⨳⨳it̷⨳—